En su intervención en el acto de reapertura de la comisaría de la Ertzaintza de Ondarroa, un año después de que ETA atentara contra esta instalación con un coche bomba «cargado con 100 kilos de amonal para intentar una masacre», Patxi López ha agradecido y reconocido la labor de los agentes, especialmente en esta localidad vizcaína.
El lehendakari ha dicho que el Gobierno vasco va a dedicar «todas sus energías a prestigiar a la Ertzaintza y a combatir cualquier intento de ensuciar su nombre» porque todos sus agentes «cuentan con el respeto, la admiración y el apoyo del conjunto de las instituciones vascas y de la inmensa mayoría de la sociedad vasca», ha asegurado.
«No vamos a escatimar fuerzas en posibilitar la labor de la Ertzaintza con la máxima eficacia» en la lucha contra los violentos, ha añadido el lehendakari.
Asimismo, López ha pedido a los vascos que «alcen la voz contra la violencia» para evitar «que el silencio y la indiferencia permita sentirse más fuertes a quienes creen en el recurso de la violencia». A su juicio, «hacer conscientes a los violentos de su soledad y debilidad, es una tarea de todos y también aquí, en Ondarroa», ha sentenciado.
«Responder ante la Justicia»
Por su parte, Leopoldo Barreda se ha mostrado también partidario de «actuar frente a cualquier indicio de continuidad de Batasuna» y ha afirmado que «quienes estén por dar continuidad, reconstruir o sustituir a Batasuna deben responder de ello ante la Justicia».
Barreda ha opinado, en declaraciones difundidas por el PP, sobre la detención de diez personas en Guipúzcoa y Navarra en una operación policial para evitar la reconstitución de la dirección de la formación ilegalizada.
«Serán los tribunales los que determinen finalmente si esos indicios son suficientes», ha afirmado Barreda, que ha abogado por «actuar frente a cualquier indicio» que indique la creación de un partido sucesor de Batasuna.
El portavoz del PP del País Vasco ha criticado la «reacción de algunas fuerzas políticas, especialmente del PNV», tras conocerse estas detenciones. A juicio de Barreda, la formación presidida por Iñigo Urkullu «una vez más exculpa antes de conocer los cargos y se pone de parte de Batasuna o de quienes presuntamente pudieran estar dando continuidad a Batasuna, antes de confiar en la Justicia y en su actuación».
Ha considerado que esta actitud «significa simplemente que (los dirigentes del PNV) siempre van un paso por detrás de todos los demócratas, siempre poniendo palos en la rueda en vez de empujar todos juntos en la buena dirección, que es la que debe conducirnos a erradicar definitivamente a Batasuna y a combatir eficazmente y hasta el final todo lo que es y representa ETA».