Según dijo, en 1983 invitó a Jackson a su hogar para participar en el álbum de duetos ‘Walk a fine line’ y ahí ambos escribieron el tema, aunque con otro título: «I never heard». Jackson no quedó conforme y se negó a grabar la canción de manera oficial. Días después, envió a uno de sus secretarios a rescatar las maquetas originales, sin permiso, recordó el también autor de «My Way».
«No le gustó como sonaba», dijo Anka y aseguró que «era una balada al piano, ideal para un hombre sensible como él (…). Pero lo que más me dolió fue que haya tomado las grabaciones sin mi permiso», dijo. «Cuando me di cuenta, le llamé y le solicité que las devolviera. Le dije que eso era ilegal, que podía venir un juicio. No quiero hablar de enemistad. Quiero quedarme con la sensación de que fue un error. No estuvo bien lo que hizo, pero ya le he perdonado y está todo arreglado», acotó.
Un par de años después Jackson le devolvió las maquetas. «Ya era un hombre más adulto, con un aspecto distinto. Se disculpó y no hubo problema, aunque se debe haber quedado con alguna copia», dijo Paul Anka al diario chileno. A su juicio, los culpables de la publicación de «This is it» en las condiciones en que apareció son otros: el sello y los albaceas del patrimonio de Michael Jackson, que le excluyeron de los créditos del tema.
«Cuando se me aclaró la historia, les llamé para preguntarles qué había pasado. Ahí solucionamos todo y me quedaré con el 50% de las regalías. Ellos también supieron disculparse», concluyó Anka, que no sabe si verá el documental sobre los ensayos de Jackson para su vuelta a los escenarios, frustrada por su muerte el pasado 25 de junio.
«No estoy seguro que lo vaya a ver, intentaré hacerme el tiempo», dijo y evaluó positivamente la grabación, pese a que la crítica la ha destrozado. «Está bien, la producción es buena y la voz suena cálida», manifestó Anka, para quien la figura de Jackson «se ha revitalizado en mí tras su muerte. No puedo dejar de repetir que fue un gran artista, pero también un niño. Por eso, revivir toda esta historia fue absolutamente increíble».