Sánchez Llibre compareció ante los medios de comunicación para defender al consejero Germán de la Cruz y al director deportivo, Ramon Planes, a quien Tamudo acusó de mentirosos. «Es como si me lo dijeran a mí y a todo el club. Sólo quiero explicar la verdad», se justificó.
El presidente blanquiazul hizo una cronología detallada de todos los acontecimientos empezando por la oferta recibida en verano de 2007 del Villarreal. El club decidió no traspasarlo, pero a cambio le mejoró el contrato ofreciéndole la misma cantidad que el conjunto castellonense, según Sánchez Llibre.
Sin embargo, el mandatario españolista aclaró que toda la polémica surgió en el pasado mercado de invierno. «Paco Herrera -entonces director deportivo- y Pedro Tomás -ex director general ejecutivo- me comunican que el representante exige que se baje la cláusula de 30 millones de euros a dos».
«Nos envían un documento en bruto que nos piden que firmemos, pero me niego por dos motivos: porque no tenemos que bajar cláusula porque lo diga un representante y por la situación del equipo. Era ilógico que el club firmase en enero. Me dio pánico y me negué, porque nos podríamos haber quedado sin delantero en enero».
A pesar de la negativa, Sánchez Llibre remarcó que Tomás Durán, agente del futbolista, siguió insistiendo y que la situación se fue complicando. Dado el cariz que adquirió todo este embrollo, el presidente pidió un documento por escrito en el que quedara constancia de esta petición.
«Pensaba que nunca me llegaría esta carta, pero un día me llegó. Está fechada del 15 de enero y enviada el día 13 de febrero. Como la situación era tan complicada decidimos firmar este documento», comunicó. Sánchez Llibre mostró la carta, que fue leída por un empleado del club.
Acusa al representante
En esta carta queda reflejada la petición por parte del agente de rebajar la cláusula de rescisión a dos millones de euros en el caso de que llegue una oferta por parte de un club extranjero y a tres si es uno nacional. «A cambio de este acuerdo obtuvimos la tranquilidad del equipo», reconoció.
Asimismo, dejó claro que ni Planes ni De la Cruz mintieron y, en cambio, acusó a Durán de ocultarle información. «Mientras hablaba con él el martes por la tarde y me aseguraba que no pasaba nada, una emisora emitía una entrevista grabada en la que constataba su malestar con el club».
Sánchez Llibre incluso dudó de que Tamudo sepa de la existencia de este documento, aunque indicó que le ha molestado la actitud del futbolista y que en ningún momento hubiese pensado en ofrecerle la renovación después de recibir la carta del agente.
El dirigente, que reconoció estar muy molesto, no quiso pronunciarse sobre cuál será el futuro de Tamudo. «El vestuario es un santuario. Hay unos técnicos y deben decidir», apuntó, si bien, poco después, reconoció que existe un código «que debe cumplirse a rajatabla».
Sánchez Llibre resaltó que el club siempre se ha portado muy bien con Tamudo. «En doce años le hemos mejorado cuatro o cinco veces el contrato», matizó.
El mandatario concluyó diciendo que no piensa hablar más de este asunto y que son los responsables deportivos quienes deben tomar una decisión sobre su presencia en las próximas semanas con el equipo.