La pérdida neta de explotación (EBIT) ascendió a 14.697 millones de coronas suecas (1.428 millones de euros), frente a un beneficio de 16.850 millones (1.638 millones de euros).
La facturación cayó un 30% hasta 158.563 millones de coronas suecas (15.410 millones de euros).
En el tercer trimestre Volvo perdió 2.913 millones netos (283 millones de euros), cuando un año antes había ganado 2.000 millones (194 millones de euros).
La pérdida bruta fue de 4.129 millones (401 millones de euros), frente a un resultado positivo de 2.898 millones (282 millones de euros) en el mismo período de 2008.
El EBIT pasó de 3.177 millones (309 millones de euros) a un valor negativo de 3.286 millones (319 millones de euros).
La facturación decreció un 70% situándose en 48.483 millones (4.712 millones de euros).
El director ejecutivo del consorcio sueco, Leif Johansson, señaló en un comunicado que el resultado se mantuvo dentro de lo «esperado», si bien resaltó los «signos positivos» detectados en el tercer trimestre, que apuntan a que el descenso en la demanda ha tocado fondo y que está comenzado un recuperación gradual.
Los signos positivos son más obvios en el segundo principal mercado de Volvo, Asia, pero también en Europa, a excepción de Rusia y España.
Johansson afirmó también que los efectos del plan de ahorro de Volvo se habían empezado a notar en el tercer trimestre y puso como ejemplo que la pérdida neta se había reducido a la mitad comparando ambos períodos entre sí.
Las acciones de Volvo en la Bolsa de Estocolmo subían el 5,6% a las 10.05 hora local (8.05 GMT).