El aeropuerto más afectado es el de Madrid, la Terminal T4 desde donde opera mayoritariamente la compañía, afectando fundamentalmente las conexiones con Andalucía, Comunidad Valenciana, País Vasco, Asturias, Galicia y Barcelona, en destinos nacionales. Asimismo también están afectadas las conexiones con Lisboa, París, Londres, Bruselas y Francfort.
Mañana se volverá a repetir el paro convocado por los dos sindicatos, y afectará de nuevo a otros 200 vuelos, repitiéndose la misma incidencia en el aeropuerto de Madrid.
El paro, no ha afectado a los vuelos de las series IB5000, IB8000 e IB7000 (operados por Vueling, Iberia Regional-Air Nostrum y otras compañías en código compartido), ni los que unen la Península con las Islas Canarias y Baleares, ni prácticamente ninguno de los vuelos de largo radio de la aerolínea española.
La compañía informa, asimismo, que ha decidido flexibilizar las condiciones de las tarifas para facilitar los cambios a los clientes que tengan previsto volar esos días, con la posibilidad de devolución de los billetes o su cambio para llevar a cabo el vuelo en otra fecha.
Por su parte, la Dirección General de Trabajo fue informada de los paros el pasado día 7 por la aerolínea, que ante la falta de acuerdo entre la dirección y los sindicatos para negociar los servicios mínimos, solicitó el establecimiento de los correspondientes servicios mínimos.
El número de trabajadores afectados por la convocatoria asciende a un total de 1.400 tripulantes, con una plantilla programada para los días 26 y 27 de octubre de 1.681 y 1.696 trabajadores, respectivamente, y de 1.726 y 1.699 empleados, respectivamente el 10 y el 11 de noviembre.
Fomento ha establecido un personal mínimo de 1.165 tripulantes de media para cada uno de los días de huelga, pudiendo la compañía modularlos en función de la operativa real, sin que el conjunto de la plantilla supere el 69% de la programada para cada día.
Asimismo, ha fijado como servicios esenciales los vuelos programados de salida anteriormente al inicio de la huelga, desde las 00.00 hasta las 24.00 horas en cada uno de los días, así como aquellos que se produzcan en el periodo de la huelga y su llegada se produzca finalizada la convocatoria.
Además, considera también esenciales todos los servicios entre los aeropuertos peninsulares con Canarias y Baleares, fija en un 50% las conexiones entre las ciudades españolas peninsulares cuyo recorrido supere los 500 kilómetros o las cinco horas; un 25% de los enlaces entre ciudades con una distancia inferior a los 500 kilómetros.
En el caso de los vuelos internacionales, fija un 50% como servicios esenciales para trayectos de menos de seis horas de duración y un servicio mínimo de ida y vuelta para aquellos que superen las seis horas.
En el aeropuerto de Madrid-Barajas, el de mayor tráfico de la red de Iberia, donde transita más de la mitad del total de pasajeros que transporta la compañía, Fomento señala que es a la aerolínea a la que le corresponde la reorganización de los servicios dentro de los límites establecidos y programar los servicios mínimos que permitan atender «las necesidades mínimas de movilidad», de forma que «con el menor número de vuelos programados se atienda al mayor número de pasajeros en el conjunto de la red».
También advierte a Iberia y al resto de las compañías que operan en los aeropuertos que con coeficientes de ocupación del 75%, «cualquier reducción coyuntural por motivos de una huelga en la programación de una compañía presentaría para los pasajeros afectados serias dificultades de encontrar acomodo en vuelos de otras compañías», por lo que señala que a través de la Dirección de Aviación Civil se vigilará «el más estricto cumplimiento» de los servicios estipulados.
Los sindicatos convocantes, CTA-Vuelo y Sitcpla, que conforman la mayoría de la representación de los Tripulantes de Cabina, TCP, de Iberia, denuncian que la compañía pretende subsumir la firma del convenio para este año en un plan de viabilidad, que el colectivo «aún desconoce».
En este sentido, los TPC señalaron que «arrastran» cuatro años de congelación salarial, dos más frente al resto de colectivos. Así, recordaron que pilotos y personal de tierra que obtuvieron un 3,5% de aumento salarial en el 2008 y, adicionalmente, los pilotos un 0,6% este año.
Por su parte, desde Iberia consideraron que la huelga «no tiene sentido», ya que las negociaciones todavía «están abiertas» y que sus exigencias en materia salarial son «inadmisibles». «Piden una subida salarial de más del 4% y en el actual entorno económico es desmesurada», recalcaron fuentes de la aerolínea.
Iberia ha aprobado un nuevo plan director, conocido como Plan 2012, para hacer frente a la grave caída de ingresos que atraviesa, un 18% en el primer semestre, con el que pretende ahorrar 37 millones anuales dentro de dos años, adicionales a los 200 millones ya previstos en su plan de contingencia, que implica la aplicación del ERE en vigor a unos 200 empleados de handling, la congelación salarial durante los próximos dos años y la jubilación anticipada para todos los tripulantes de cabina mayores de 55 años, unos 150 empleados.