Simpson acusó a la dirección de la compañía aérea de querer imponer unos «inaceptables» cambios en las condiciones contractuales, que «no dejarían alternativas» a los tripulantes de cabina.
«Nosotros apoyaremos a nuestros miembros si votan a favor de una medida industrial, a la vez que obviamente estamos preparados para negociar con la compañía. Negociación, no imposición, es la única vía apropiada para mantener relaciones industriales», insistió el secretario general del sindicato.
Por su parte, la dirección de British Airways aseguró que no está planeando realizar cambios en los contratos de los TCP, según indica el diario The Guardian, que baraja la posibilidad de que la huelga se realice durante el periodo navideño.
El rotativo recuerda que la aerolínea británica ha estado negociando con Unite durante varios meses sus planes de recorte de costes, teniendo en cuenta que el pasado ejercicio fiscal lo cerró con una pérdidas «récord» de 401 millones de libras (436 millones de euros) y que entre abril y junio los números rojos alcanzaron los 148 millones de libras (161 millones de euros).
Hace un par de semanas, British Airways anunció su plan de recorte de personal, con 1.700 despidos y la reducción de horas de trabajo a otros 3.000 empleados. Este movimiento ha «enfurecido» a Unite, que inmediatamente ha acusado a la aerolínea de estar tratando de «intimidar» a los trabajadores, explica el diario.