El estudio, que analiza la evolución en paralelo del PIB y de la recaudación impositiva por IVA en los últimos ocho años, muestra que los ingresos por este tributo se situaron en 2008 en niveles de hace una década, lo cual contrasta con la situación general de dinamismo económico que vivió la economía española en este periodo, con un crecimiento acumulado del PIB del 64%.
En opinión de los técnicos, esta desviación entre la recaudación real y la esperable responde al aumento de la economía sumergida, así como de la economía declarada ante Hacienda de una manera «parcial» o «inexacta», cometiendo fraude fiscal a través de diversas fórmulas, como ocultar parte de las ventas, la emisión de facturas falsas o el uso de gastos particulares para deducir IVA que, en ningún caso, son deducibles legalmente.
Por otro lado, el informe de Gestha señala que la evasión fiscal es un fenómeno que se acentúa en épocas de crisis, como lo demuestra el hecho de que el fraude creciera consistentemente en el periodo anterior al 2000 y se acelerara a partir del 2008, coincidiendo con la recesión de la economía española.
De hecho, el último informe de recaudación de la Agencia Tributaria indica que los ingresos por IVA se desplomaron un 38,4% hasta agosto, situándose en 18.810 millones, lo que supone tan solo un 35,19% del importe de 53.445 millones previstos en el presupuesto de ingresos para este año.
A la vista de estos datos, Gestha reconoce que la subida de dos puntos porcentuales de los tipos general y reducido del IVA a partir de julio del próximo año genera «cierto desconcierto» entre el colectivo de técnicos, ya que la recaudación adicional de 5.150 millones que el Estado espera ingresar resultará «ciertamente escasa» en relación a la bolsa de fraude.