Según el análisis elaborado por Flores de Lemus, el aumento del IVA afectará sobre todo a los precios energéticos y en menor cuantía a las manufacturas y los servicios.
Los alimentos, sobre los cuales siempre se paga un tipo de IVA reducido o súper-reducido, serán los menos afectados.
El estudio recuerda en cualquier caso que el impacto final sobre los precios depende no sólo del cambio impositivo sino también de la elasticidad de la demanda y la oferta.
Para Flores de Lemus, el descenso de los precios de consumo en España, mucho más intenso que en otros países, se ha debido a la caída del consumo y la demanda, a la rápida destrucción de empleo, al exceso de capacidad instalada en la industria y a la evolución del precio mundial de las materias primas.
El instituto añade otra posible causa: la guerra de precios que se ha desencadenado entre las grandes cadenas de distribución, que ha tenido un papel «relevante» en la caída de los precios de los alimentos.
Además, considera que la subvención directa del Estado a los precios de los coches también es «en parte» responsable de las caídas en los precios de las manufacturas.
Flores de Lemus considera que para que la economía remonte es necesario un ajuste de los precios relativos.
Así, apunta no se puede dar salida al importante excedente de vivienda que sigue habiendo en España sin una sustancial rebaja de los precios.
Además, considera probable un ajuste en los salarios reales, aunque esto no supondrá caer en una espiral deflacionista porque con una tasa de paro cercana al 20% una moderación de los sueldos es «inevitable e incluso necesaria».
En cualquier caso ve «injustificadas» las alarmas que apuntan a la deflación y calcula que el IPC tendrá en diciembre una tasa interanual del 0,6%, e irá repuntando a medida que avance 2010.