El viernes anunció un nuevo descubrimiento de crudo en el Golfo de México que, según la compañía, impulsará la producción de su yacimiento de Shenzi y contribuirá a disminuir la dependencia de Estados Unidos del petróleo extranjero.
Repsol sostiene que el nuevo hallazgo contiene una cantidad de crudo «de tamaño considerable» en dos pozos en el campo de Shenzi, operado por BHP Billiton Ltd y que produce actualmente 120.000 barriles al día, que equivale al 2,3 por ciento de la producción diaria estadounidense.
Esta ola de descubrimientos coloca a Repsol ante el desafío inesperado de gestionar estas repentinas reservas de petróleo y gas. «Hemos tenido éxitos exploratorios relevantes», dijo Brufau, quien añadió que «ahora hay que pasar a una fase que también conlleva riesgos, que es el desarrollo de esos proyectos».
Esto requiere que la compañía, que tiene una experiencia relativamente escasa en desarrollo, debe reforzar sus inversiones en este área en un momento en que los márgenes de su negocio principal, el refino de crudo, han bajado.
El futuro de los precios del petróleo sigue siendo incierto, lo que dificulta la toma de grandes decisiones.
El pasado año, Repsol estuvo en tres de los cinco mayores descubrimientos de hidrocarburos realizados en todo el mundo. Entre ellos destaca Guará, un yacimiento gigantesco en la prolífica Cuenca de Santos en Brasil.
Según analistas de ING Groep NV, los descubrimientos de Brasil por sí mismos podrían duplicar las reservas de gas y crudo de Repsol que, incluyendo su filial argentina YPF, eran de 2.200 millones de barriles en equivalente de crudo al cierre de 2008.
El mes pasado, anunció su mayor descubrimiento de todos los tiempos a poca profundidad en el Golfo de Venezuela. Repsol, que tendrá una participación de casi un tercio de cualquier proyecto de explotación que surja en ese yacimiento, llamado Perla, asegura que podría contener el equivalente a 1.400 millones de barriles.