El NYSE precisó, mediante un comunicado de prensa, que la decisión se ha tomado en vista del anuncio de CIT de que el consejo de administración votó para declararse en bancarrota, al igual que por un plan de reorganización que cuenta con el apoyo de los acreedores de la firma.
«Según ese pre-plan de reorganización, todos los títulos (en cotización) de la firma deben cancelarse ante una emergencia», agrega la bolsa neoyorquina.
CIT, una institución financiera con más de un siglo de historia y especializada en créditos a estudiantes y pequeñas empresas, se declaró el domingo en bancarrota después de que así lo decidiera el consejo de administración.
La financiera prevé un plan para resurgir como una nueva empresa a finales de año y para ello cuenta con el apoyo de sus acreedores.
«La decisión de proceder con el plan de reorganización permitirá a CIT seguir proporcionando fondos para las pequeñas empresas y los consumidores, dos sectores de importancia vital para la economía de Estados Unidos», indicó el presidente y director ejecutivo de la firma, Jeffrey Peek, en una declaración escrita.
Esta firma,que cuenta con unos activos de 71.000 millones de dólares, es la quinta mayor empresa que entra en quiebra en la historia de Estados Unidos, por detrás de Lehman Brothers, Washington Mutual, WorldCom y General Motors y ha buscado con esta decisión recortar su deuda en 10.000 millones de dólares.
En su plan de reorganización la firma prevé también reducir sus necesidades de liquidez en los próximos tres años, además de reforzar su capital y volver cuanto antes a los beneficios.
El objetivo de la financiera es seguir proporcionando capital a las pequeñas y medianas empresas estadounidenses, igual que a los consumidores de los mercados intermedios.»Estos dos sectores desempeñan un papel vital en la economía estadounidense y en su totalidad representan a más de 90 millones de empleados» en este país, subrayó la misma firma, que es el principal proveedor de créditos para el comercio al por menor, pero también para los pequeños negocios en manos de mujeres, minorías y veteranos de las guerras de EEUU.
CIT señaló que hay un millón de consumidores que dependen de la firma para cubrir sus necesidades de financiación y que sus negocios sigan funcionando.
El 6% de los créditos de las pequeñas empresas estadounidenses a principios de año procedían del CIT, según datos de la Asociación Nacional de Pequeños Negocios (NSBA, por su sigla en inglés) que ya en julio pasado, alarmada por su deteriorada situación, pidió al departamento del Tesoro que la asistiera para evitar la quiebra.
El Gobierno había invertido 2.300 millones
Para salvarla de la crisis que sufría por su excesiva exposición a préstamos hipotecarios y para estudiantes con un alto perfil de riesgo, el Gobierno de EEUU había invertido en ella 2.300 millones de dólares.
Esta declaración de quiebra marca la primera pérdida del programa de rescate puesto en marcha por el Gobierno de EEUU desde que comenzó la crisis financiera y al que destinó unos 400.000 millones de dólares para rescatar a empresas con problemas, entre ellas bancos, aseguradoras y fabricantes de automóviles.
En un movimiento dirigido a suavizar la salida de la bancarrota, la empresa logró el pasado viernes alcanzar un acuerdo con el financiero Carl Icahn, que se comprometió en apoyar el plan para salir de esta situación con 1.000 millones de dólares en financiación.
Asimismo, la entidad comunicó a la Comisión del Mercado de Valores (SEC, por sus siglas en inglés) de EEUU que había llegado a un acuerdo con Goldman Sachs para cambiar los términos de un acuerdo entre ambos para reducir a 2.15 millones de dólares, el préstamo de 3.000 millones que el banco le había concedido en junio pasado.
CIT precisó que someterse al capítulo 11 de la ley de bancarrota estadounidense afectaba únicamente a la compañía tenedora, mientras que sus subsidiarias, incluyendo el banco Utah, siguen operando con normalidad.