La entidad helvética, que ha reducido su plantilla en 2.783 personas, hasta 69.023 trabajadores el 30 de septiembre, prevé reducir el número de empleados del banco hasta 65.000 trabajadores en 2010 como consecuencia de las desinversiones anunciadas por la entidad.
En los nueve primeros meses del año, UBS registró pérdidas de 3.941 millones de francos suizos (2.608 millones de euros), un 66,4% inferiores a las pérdidas del mismo periodo del 2008.
«El negocio está volviendo a la normalidad (…) Tras haber estabilizado la posición financiera de la entidad y redimensionado el negocio, espero ver más progresos en los próximos trimestres, especialmente en el 2010, aunque dependerán del mercado y otros factores», apuntó el consejero delegado de UBS, Oswald Grübel.
Sin embargo, el banco suizo subrayó que «no espera una recuperación inmediata» en la entrada de dinero de nuevos clientes tras el acuerdo alcanzado con las autoridades fiscales de EEUU y precisó que sus ingresos continuarán siendo afectados por el impacto de los bajos tipos de interés.