Con naturalidad y orgullo madrileño El Canto del loco hizo vibrar ayer al público que llenaba El Palacio de los Deportes. Era el segundo día de concierto en Madrid y aunque según comentaban la media de edad había bajado mucho con respecto al día anterior, de nuevo los locos reunieron a un público de todas las edades.
Después de que los teloneros, las bandas Sidonie y Hotel la paz, calentaran motores a partir de las siete de la tarde, a las nueve en punto pasadas saltaban al escenario Dani Martín, con vaqueros y camisa negros, y los suyos, con La suerte de mi vida como arranque de dos horas y media largas, en las que hubo tiempo para los temas ya míticos de los madrileños que los fans pedían con insistencia y coreaban antes de que comenzaran las canciones. Y fue precisamente la chulería madrileña lo que quedó patente en más de una ocasión, y es que los locos, además de tener contentos a su público, como en cada ciudad en la que tocan, esta vez estaban en casa y eso se notó: «Mucho ruido, mucho silencio, mucho Madrid» o «Madrid es lo que tiene», fueron vitoreados por los seguidores que obedientes seguían las indicaciones de Dani Martín, para saltar, levantar las manos, cantar o callarse para que Dani pudiera demostrar su dominio del directo.
Tras una primera canción en la que dijeron al público «sois la suerte de nuestras vidas», llegó el primero de los grandes temas de la banda: Insoportable. Para continuar después repasando éxitos anteriores: Ya nada volverá a ser como antes, Son sueños y Puede ser, canción con la que casi se hizo el silencio y a la luz de mecheros o de «algo que brillara», como pidió David Otero, el guitarrista, comenzaron los acordes de una de las baladas más bonitas de la historia de la banda. Esta vez, David hizo la voz de Amaia Montero, quien grabó el original a dúo con Dani Martín. Con esta atmósfera sólo se podía continuar con otra balada: Será fue la elegida, para dar paso al sonido más potente de Personas (título homónimo de su último disco), Fin de semana y Eh tú. Tras estos temas del último álbum era el turno de Acabado en A, todo un homenaje a la mujer, y Volverá, de nuevo un momento mágico con el que el público se desgañita y añora a esa persona que alguna vez ha querido que vuelva.
Cambiando la letra
El grupo, en otro momento melódico, con Dani, David y Chema Ruiz (el bajista), sentados en un sillón en el escenario cantaron Tal como eres y Contigo. Después David sólo y por primera vez en un escenario sin guitarra, por un problema técnico, cantaba El pescao, otro imprescindible de los conciertos y que no faltó incluso con ese imprevisto de por medio. El guitarrista improvisó, bailó y no decepcionó a nadie. Ésta era la primera anécdota de la noche, que fue seguida por los comentarios que Dani dirigía de vez en cuando a su público. El cantante afirmó que se distraía con los carteles de sus fans de la primera fila y se le iban las letras, de hecho, reclamó a estos que habían cambiado el estribillo de Volver a disfrutar, lo que le sirvió para sacar al escenario a una chica que no se había confundido, cumpliendo el sueño de la joven y decepcionando a otras muchas que pancartas en mano y disfrazadas para llamar la atención no consiguieron su objetivo. Así, una pequeña campanilla que quería hacer de Dani su Peter Pan, se quedó sin cumplir su sueño.
Pero antes de esto, el Palacio de los Deportes hacía un ejercicio de autoestima con Eres tonto y Besos. Parecía que se acercaba el final, más de una hora llevaban los cantantes sobre el escenario y el público pedía más. Faltaban temas que han hecho historia y a la vuelta El canto del loco presentó el single Quiero aprender de ti de su próximo disco, que publicará el 24 de noviembre, grabado en Buenos Aires, y se compone en realidad de dos trabajos: Radio La Colifata presenta: El Canto del Loco y Por mí y por todos mis compañeros. (Además, el 17 de noviembre la banda colabora con el actor Alex González en la canción Años 80 del disco solidario X1Fin: Juntos por el Sahara).
El espectáculo continuó, converses en mano o similar, sirvieron para acompañar a Dani en Zapatillas, otro de los grandes momentos de la noche con el público saltando y coreando de memoria la canción y que sirvió a la banda para presentarse. A continuación, el segundo amago de despedida pero sus seguidores sabían que no, a los más incondicionales todavía les faltaba algo. Así, al volver, A contracorriente, Peter Pan y Una foto en blanco en negro pusieron el punto y final a una noche en la que el tiempo acompañó y nadie quería irse a casa.
Y llegó el final
«Hoy es Halloween, ¿no?», comentó Dani Martín, quien dijo que no le gustaba esa fiesta, que los niños dando al timbre le despertaban de la siesta. El solista prefiere San Isidro, para el que pidió un aplauso, al igual que para la Virgen de la Paloma, «que le gusta a mi madre».
Tras preguntar al público quién de ahí se iba de fiesta, Dani y David comentaron con el público los anuncios de Puleva o Vivesoy porque ellos iban a brindar, eso sí, con «leche de soja» por sus fans, según comentaron.
Un entregado Dani no se olvidó de aplaudir a su madre, a las madres de los músicos y de los asistentes y a toda la gente que se ha quedado en el paro. Y es que el grupo se mostró agradecido en todo momento, casi más que otras veces, a la dedicación de sus fans. Y no es para menos, los cuatro días que llevaban algunos para conseguir los mejores sitios o aguantar cola desde las cinco de la mañana del día anterior no merecían lo contrario.
Y finalmente se iban encendiendo las luces y llegaba el final. Su despedida, como la que ha llevado por título la gira, que comenzó el pasado mes de julio en Gijón y termina en el Palau Sant Jordi de Barcelona el próximo 19 de diciembre no era un adiós definitivo sino un Hasta luego. La banda se tomará ahora un respiro, en el que tiene que presentar dos discos más y después sus seguidores volverán a contar los días para ver a su grupo en directo sobre el escenario.