La petición de extradición realizada por Estados Unidos responde a una orden de detención dictada el 1 de febrero de 1978 por un tribunal de California, cuando Polanski no se presentó ante el juez a pesar de haberse comprometido a ello.
A finales de octubre, el Tribunal Penal de Justicia de Suiza rechazó el recurso de la defensa de Polanski para que se le otorgara la libertad condicional, por considerar que existía un riesgo elevado de fuga, tanto por los «medios» económicos de los que dispone el cineasta como por sus «motivaciones».
Entre esas últimas podrían encontrarse el deseo de reunirse con su familia y el impacto que tendría para su carrera la interrupción prolongada de su trabajo, opinaron los magistrados.
Poco después de conocer esa decisión, uno de sus abogados afirmó que Polanski se planteaba la posibilidad de ir a Estados Unidos para explicarse ante la Justicia y así evitar permanecer detenido durante un proceso de extradición que podría durar meses.