Sin considerar los precios de la energía, la tasa interanual de inflación habría sido del 0,9%. En septiembre los precios habían bajado incluso un 0,3% con respecto al mismo mes del año anterior, señaló la institución con sede en la central ciudad de Wiesbaden.
Por otro lado, la confianza a medio plazo del inversor en la economía alemana bajó con fuerza e inesperadamente en noviembre respecto a octubre, por el empeoramiento de las perspectivas de crecimiento económico. El Centro para la Investigación Económica Europea, ZEW, informó de que su índice de confianza inversora en Alemania bajó en noviembre 4,9 puntos, hasta 51,8 puntos (56 puntos en octubre), por lo que se ha producido un retroceso por segundo mes consecutivo.
El indicador se situó en noviembre muy por encima de su media histórica de 26,7 puntos.
«Las expectativas económicas para Alemania permanecen en un nivel alto. No obstante, la confianza de los expertos financieros se ha debilitado un poco», señaló el ZEW.
Añadió que «actualmente, es todavía incierto cómo evolucionará el consumo privado», ya que el aumento gradual de los precios y la incierta situación en el mercado laboral puede lastrar el consumo.
Sin embargo, la continúa mejora de las exportaciones alemanas aporta optimismo y fortalece el crecimiento económico. En este sentido, el presidente del instituto ZEW, Wolfgang Franz, dijo que «la tendencia al alza de las expectativas económicas se ha interrumpido por un tiempo».
«Los expertos de los mercados financieros consultados indicaron que no prevén un fuerte aumento del crecimiento económico el próximo año», según Franz. Por ello parece que la recuperación económica se producirá a pasos pequeños.
El componente del índice que mide la situación económica actual en Alemania mejoró en noviembre 6,6 puntos, hasta menos 65,6 puntos.
La economía alemana, la mayor de la zona del euro, parece haber superado la peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial tras sufrir una fuerte caída en los meses de invierno.