Sánchez recalcó que el paro se desarrolla «sin la más mínima conflictividad» y reconoció que la compañía ha cancelado unos 50 vuelos diarios menos que en las jornadas de huelga del 26 y 27 de octubre.
Esto se debe a que «un alto número de tripulantes de cabina nos ha manifestado su deseo de ejercer su derecho al trabajo», así como a la intención de causar el menor número de inconvenientes a los viajeros.
Según los cálculos de los sindicatos, en la jornada de paro de este martes tenían que trabajar más de 1.700 tripulantes de cabina de pasajeros, de los que unos 1.200 debían cumplir los servicios mínimos establecidos por el Ministerio de Fomento y, por tanto, más de 500 podían ejercer su derecho de huelga.
Sobre el desarrollo de las negociaciones, Sánchez expresó la disposición de la compañía a seguir negociando y subrayó que la empresa citó a la comisión negociadora los próximos jueves y viernes para continuar las conversaciones, así como que los pasados viernes y domingo hubo encuentros con el comité de huelga.
Calificó la huelga de «atemporal», ya que se convocó antes de que la empresa presentara el Plan de Viabilidad 2010, y destaco que la empresa aceptó «el entorno» de la subida salarial que solicitan los sindicatos en la convocatoria de huelga, pero «ahora piden más».
Sánchez recalcó que los tripulantes de cabina de Iberia tienen salarios no competitivos respecto a otras aerolíneas, ya que, en líneas generales, cobran tres veces más.