Uno de esos factores de riesgo lo constituyen los propios precios del petróleo, pues si éstos suben amenazan con ahogar la incipiente recuperación de la demanda que se espera para el 2010.
El documento publicado este miércoles cifra el consumo global de «oro negro» este año en 84,31 millones de barriles diarios (mbd), 80.000 bd más de lo pronosticado en el informe anterior.
Con ello, la demanda se retrae en 1,39 mbd respecto al año pasado, lo que supone una contracción del 1,63%.
Pese a ciertas señales indicativas de una demanda petrolera más fuerte, parece que el débil consumo en Estados Unidos junto a un decline del dólar anulará un desarrollo positivo (del consumo de crudo) en el cuarto trimestre (de 2009)», advierte la OPEP.
Partiendo de este bajo nivel, los expertos del grupo petrolero esperan una reactivación del consumo en el 2010, con un moderado aumento anual de 0,75 mbd (un 0,89%), hasta una media de 85,07 mbd, un volumen superior al calculado hace un mes, pero que sigue muy por debajo de lo consumido antes de la crisis actual.
En cuanto a la cantidad que el mundo requerirá de sus 12 países miembros, se calcula en 28,7 mbd en el 2009 y 28,5 mbd en el 2010, niveles inferiores al bombeo de octubre, de 28,99 mbd.
«Una potencialmente débil recuperación de la economía, junto a precios de crudo más alto son los dos principales factores que pueden frenar la demanda el próximo año», reconoce la organización de doce países que controlan juntos cerca del 40% de la producción mundial petrolera.
Pero además, el informe de la OPEP, el último antes de celebrarse en Copenhague la cumbre sobre el cambio climático que deberá abordar estrategias para reducir las emisiones de CO2, apunta a las medidas de ahorro energético y desarrollo procedentes de fuentes alternativas que puedan influir en el consumo.
Así, advierte por ejemplo de que Reino Unido «se está embarcando en cuatro nuevos escenarios para reducir emisiones y aumentar la dependencia en biocarburantes».
«Si se adoptan, esos escenarios a largo plazo no sólo aumentarán en un 25% la cuenta de los consumidores de energía, sino también los precios de los alimentos», destaca la organización, tras subrayar el alto coste que suponen los subsidios a las inversiones en esas fuentes alternativas.
Al mismo tiempo, calcula que la demanda en los países desarrollados retrocedería un 1% si los precios del barril de crudo suben y se mantienen por encima del nivel actual.
La depreciación del dólar y la recuperación de los mercados financieros ha impulsado una subida del valor del «oro negro» en octubre, cuando el barril referencial de la OPEP se vendió a una media de 72,67 dólares, un 8% más que en septiembre.
La tendencia alcista se ha mantenido y ese barril, calculado en base a doce calidades de petróleo, cotizó ayer a 76,50 dólares, se recuerda en el informe.
«La volatilidad reciente de los mercados sugiere que los precios del crudo podrán permanecer en la franja alta de los 70 dólares en el futuro cercano», señalan los expertos, recordando que las fluctuaciones del valor del oro negro seguirán dependiendo de los cambios del dólar y de los datos sobre la economía mundial.
La OPEP tiene previsto reunirse el 22 de diciembre en Luanda para revisar la situación del mercado y reajustar eventualmente el nivel de su oferta.