En el resto de los 14 países de Europa analizados, entre los que también se encuentran Suiza o Rusia, las indemnizaciones sólo son más altas en Reino Unido donde el coste pude ascender hasta 66.200 libras (unos 73.423,47 euros), Italia (entre 17.500 y 58.333 euros) y Francia (entre 17.500 y 43.750 euros).
Por el lado contrario, Grecia tiene los menores costes por indemnización, con una cantidad que varía entre los 7.500 y los 15.000 euros, seguida de la República Checa, con 8.750 euros.
La duración del procedimiento judicial también difiere en los distintos países y así, puede alargarse hasta cinco años en Portugal o más de tres años, como sucede en la República Checa.
Según el estudio, España no tiene costes adicionales a la indemnización pero sí pueden abonarse salarios desde la fecha del despido hasta que se fija la sentencia, circunstancias que comparten Reino Unido, Alemania, Austria, República Checa o Grecia.
En otros estados como Bélgica, Portugal o Italia existen costes adicionales que aumentan el coste total de este tipo de despido laboral.
Países «llamativos»
El socio director del bufete de abogados Sagardoy, Íñigo Sagardoy, explicó en rueda de prensa que los países seleccionados para el estudio eran los «más llamativos» en Europa para comparar y que las diferencias de costes dependen en gran parte de la decisión del juez.
Sagardoy se mostró a favor de evitar los despidos con medidas como la reducción de la jornada laboral, si bien resulta «difícil imponer por ley» y tiene una eficacia «relativa».
Consideró que la necesidad de abordar una reforma laboral en España es «urgente» dadas la flexibilidad que existe en las empresas y la rigidez de la legislación en este campo, aunque ésta no sea la «panacea» para evitar la destrucción de empleo.
Para Sagardoy, el diálogo social entre sindicatos, empresarios y Gobierno es «importante», pero si las partes no alcanzan un acuerdo el Ejecutivo debe actuar para impulsar una reforma laboral.
A su juicio, se requiere además un contrato único de trabajo «estable y flexiblemente gestionado», así como centralizar la negociación colectiva o mejorar la regulación del tiempo parcial.
En este sentido, abogó por eliminar las horas extraordinarias o introducir «bolsas de horas» que permitan a los empresarios flexibilizar las bandas horarias de los trabajadores según sus necesidades.
En el mismo encuentro, el presidente de Equipo Económico, Ricardo Martínez, apuntó que, junto con la reforma del mercado de trabajo, está pendiente la reestructuración del sector bancario, que según sus previsiones se hará coincidiendo con la subida de los tipos de interés que prepara el Banco Central Europeo (BCE), «probablemente antes del verano».
A la necesidad de financiación del déficit presupuestario, añadió Martínez, se unen los problemas de competitividad de la economía español.