Por otro lado, el máximo dirigente del FMI considera que la crisis proporciona una «gran oportunidad para reordenar y reequilibrar la economía mundial», en la que los países emergentes, especialmente China, tendrán un papel destacado y que debería desarrollarse de manera coordinada.
En este sentido, apunta que el incremento de la tasa de ahorro de los hogares en EEUU por una parte ayuda a reducir el déficit de la primera economía del planeta, aunque «la mala noticia es que obliga a buscar un nuevo motor de crecimiento» para lo que sugiere el rol de las economías emergentes, particularmente China, que deberán estimular su demanda doméstica.
«El papel de China, no sólo en términos de crecimiento, sino también a la hora de corregir los desequilibrios de la economía global será muy destacado en los próximos años», señala Strauss-Kahn, quien augura que el gigante asiático probablemente está más cerca que otros países del momento de iniciar la retirada de los estímulos.
Así, el director del FMI apunta que esta retirada de estímulos no ocurrirá en todos los países al mismo tiempo ni de manera similar, debido a la diferente situación de cada economía.
El dólar mantiene su rol internacional
Por otro lado, Strauss-Kahn destacó que el dólar ha resistido los efectos de la crisis de manera mucho más firme de lo previsto y auguró que la divisa estadounidense mantendrá su rol a nivel internacional.
«Me sorprendió que el dólar haya sido muy resistente durante la crisis, la mayor parte de los economistas habrían esperado que al ser el mercado inmobiliario de EEUU el origen de la crisis el dólar se hubiera colapsado, pero no ha ocurrido», afirma.
La razón por la que no ha sucedido es porque la mayoría de la gente en todo el mundo todavía considera al dólar como la forma más segura para guardar su dinero, por lo que en un futuro próximo el papel del dólar no perderá relevancia y se mantendrá como la principal divisa de la economía global, concluye Strauss-Kahn.