«La sociedad y las universidades no pueden ser administradas como si fueran un cuartel militar. Esperábamos que el ambiente fuera desmilitarizado poco a poco», dijo Jatamí durante una reunión con responsables académicos de la Universidad «Elmo Sanaat» de Teherán.
«No esperábamos que la crítica costara tanto al pueblo… Esta atmósfera de limitaciones perjudicará de forma irreversible al país», apostilló.
Irán atraviesa desde el pasado mes de junio la mayor crisis política desde que en 1979 triunfara la revolución que instauró la República Islámica y desalojó del poder al último Sha de Persia, Mohamad Reza Pahlevi.
La crisis estalló después de que cientos de miles de personas salieran a la calles para protestar contra la reelección del actual presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, en unos comicios cuyo resultado la oposición reformista considera fraudulentos.
En la represión de las movilizaciones perdieron la vida una treintena de personas -según cifras oficiales- y 72 de acuerdo con el cómputo de los opositores.
Además, fueron detenidas cerca de 4.000 personas, de las que más de un centenar permanecen aún en prisión y son objeto de un proceso judicial que la oposición ha calificado de «charada».