En una entrevista concedida a TVE, Urkullu se preguntó si Martínez Camino «representa, realmente, a todos los obispos y a todos los sacerdotes de la Iglesia católica del estado español, por mucho que su cargo indicara que sí». Además, se preguntó si la Iglesia «vive en el siglo XXI», ante la realidad que afecta a la sociedad vasca y española.
Recordó, asimismo que el Vaticano «se está planteando el admitir a los sacerdotes de la Iglesia anglicana, aún cuando estén casados», y sin embargo, en el Estado español, se producen críticas «ante una ley de salud sexual, reproductiva y de interrupción voluntaria del embarazo, que intenta mejorar los fallos de la ley existentes».
El presidente del PNV advirtió de que la reforma de la ley no pretende condicionar «la conciencia de cada persona» ni que «nadie vaya a hacer la práctica del aborto». «Lo que estamos diciendo es que queremos mejorar la ley existente desde hace 24 años», precisó.
Tras declararse «profundamente cristiano» y desde su «práctica religiosa», aclaró que no se ve «afectado» por «lo que haya dicho el señor Martínez Camino».
«Palabras diferentes»
Por su parte, Josep Antoni Duran Lleida, en declaraciones a Telecinco, ha afirmado que las palabras de Martínez Camino no le sorprendieron, porque «la Iglesia tiene el derecho a hablar» y en realidad tiene «el deber de defender el derecho a la vida», aunque ha reconocido que «quizás pudieron utilizarse palabras diferentes».
En cualquier caso, Duran, que está en contra de esta reforma de la ley del aborto, ha dicho no sentirse «presionado» por la alerta lanzada por Martínez Camino: «Mi voto no va en función de lo que diga la Conferencia Episcopal, sino de mis propias creencias».