Los expertos han advertido en repetidas ocasiones de que la capacidad de crecer de cada economía no volverá a ser la misma después de la crisis y ello pone en riesgo la propia evolución de la Unión Europea y, en concreto, a España, de la que se dice que no es capaz de crear empleo si no crece por encima del 2%.
Salgado recordó que el crecimiento potencial de las economías condiciona además la sostenibilidad de las finanzas públicas, por lo que si el primero mejora se facilitará el ajuste fiscal.
Debido al impacto que ha tenido la crisis en el mercado laboral europeo, otro de los retos del departamento de Salgado en la primera mitad del 2010 será el impulso del diálogo con los agentes sociales y la flexiseguridad. Sin embargo, el eje prioritario será liderar el esfuerzo para salir de la crisis «cuanto antes» y hacerlo de forma reforzada.
Para ello, Salgado insistió en que las actuaciones que promueva Europa deben incentivar la eficiencia del factor trabajo, conseguir la sostenibilidad social y fiscal, y un crecimiento equilibrado.
Para conseguir este avance, será necesaria la búsqueda de un nuevo modelo económico que no genere desequilibrios macroeconómicos y que sea capaz de resistir impactos futuros.
En Europa, dijo la vicepresidenta, se debe tener en cuenta el reconocimiento del papel de las autoridades europeas, así como la supervisión de la política económica.
Salgado señaló que la Estrategia de Lisboa es el instrumento utilizado para impulsar reformas estructurales, pero advirtió de que hay un consenso en Europa de que hay que avanzar hacia una mayor visibilidad y mayor especialización en políticas económicas.
Por ello, abogó por evitar los riesgos que dificultan el crecimiento económico europeo por lo que defendió, entre otras, las reformas sobre bienes y servicios, los avances en materia regulatoria y en reducción de cargas administrativas.
Así, destacó la importancia de la trasposición de la directiva de servicios, que servirá para impulsar reformas estructurales y será una vía para una regulación más transparente.
También se impulsarán las propuestas para lograr que haya una transparencia universal en un sistema financiero renovado, en el que la crisis ha puesto de manifiesto la dificultad de su control y se impulsará el intercambio de información tributaria dentro y fuera de la UE, para acabar con el espacio de impunidad y de blanqueo de capitales que acogen los paraísos fiscales.
Asimismo, España pondrá en marcha la directiva del ahorro, que busca extender la aplicación de la información sobre los intereses devengados en terceros países y eliminar sus deficiencias técnicas.
Además, según la ministra, Europa aprovechará los foros multilaterales como el del G20 para defender la búsqueda de un modelo económico mundial.
Previa a su comparecencia, la vicepresidenta económica había afirmado que el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, tiene muchos más datos que ella sobre la situación de las cajas de ahorros, «ya que es su responsabilidad».
Salgado opinó así sobre las declaraciones de Fernández Ordóñez en la que abogaba por la «rápida» fusión de un tercio de las 45 cajas de ahorros que hay en España y en las que confiaba en que para la próxima primavera se produzca una reestructuración en el sector.
La titular de Economía destacó que el gobernador es el que tiene los datos sobre las cajas que deberían fusionarse, mientras que la responsabilidad de ella es que el sistema financiero sea «más sólido y más robusto».