El alcalde murió a consecuencia del impacto en el pecho de un disparo de postas realizado con una escopeta, que no ha sido localizada, y que según dijo inicialmente Mainar echó en el remolque de un camión con matrícula extranjera. Este martes, en la segunda jornada del juicio, el médico Iñaki Bidegain declaró ante el tribunal que la persona que vio en el lugar del crimen, al parecer poco después de que se produjera la noche del 12 de enero de 2007, no era el guarda forestal Santiago Mainar.
El médico, que tiene una segunda residencia en Fago, admitió que «siempre es posible una distorsión», pero que la persona que vio esa noche, en la carretera que une Majones con Fago, en el coche de Miguel Grima no era el guarda forestal, y ha insistido en que su percepción entonces fue «clara y definida».
También prestó declaración la esposa del alcalde, Celia Estalrich, quien dijo que este médico era el que lideraba el grupo de enemigos que tenía su marido en el pueblo y que no sospechó nada de Santiago Mainar hasta que fue detenido. Para esta mujer, que había mantenido un absoluto silencio hasta su declaración de ayer, reveló que hizo «todo lo posible» para que su marido dejara la alcaldía e irse a vivir a otro pueblo por los problemas que tenía con algunos de los vecinos desde que accedió al cargo tras ganar las elecciones de 2003 en la lista del PP.
En la sesión de ayer los agentes de la Guardia Civil que investigaron el suceso aseguraron que «es falso» que se pactara con Mainar su autoinculpación, como dijo éste, y que su declaración fue seria y sincera, y bastante tranquila, según precisó un comandante. En este juicio han sido citados a declarar 122 testigos en los ocho días que está previsto que dure la vista, hasta el próximo 25 de noviembre.