«En un momento en el que Europa está saliendo de la crisis económica, las asociaciones público-privadas pueden ayudar a los organismos públicos a crear puestos de trabajo mediante el mantenimiento de la inversión en el futuro», señaló en un comunicado el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso.
En opinión de Barroso, estas asociaciones «pueden impulsar la inversión en atención sanitaria y educación de calidad, así como en sistemas de transporte sostenibles» si se programan y ejecutan correctamente.
Asimismo, el presidente de la CE considera que este tipo de colaboración puede ser un instrumento para hacer frente al cambio climático y para impulsar la eficacia energética.
«Queremos que las autoridades públicas recurran más y mejor a las asociaciones público-privadas», añadió.
El Ejecutivo comunitario aprobó este jueves un documento para lanzar la discusión en la UE, ya que entiende que recurrir a estas asociaciones ayuda a solucionar los problemas de financiación pública que generan las actuales estrecheces en los presupuestos nacionales.
Según Bruselas, se necesitan 20.000 millones de euros durante el periodo 2007-2013 para desarrollar la red trans-europea de transportes a la que se ha comprometido la CE, por lo que captar fondos y tecnologías privados y sumarlos a los recursos públicos puede ser una solución para evitar que se detenga el desarrollo de estos proyectos.
La financiación de la UE a través del Banco Europeo de Inversiones también pueden contribuir a que se acuerden asociaciones público-privadas.
Para hacerlo posible, la CE propone simplificar y agilizar los procedimientos y elaborar un marco comunitario de referencia en el que se enmarquen estos pactos, aunque aún está estudiando si planteará una legislación específica para regular estas asociaciones.