El portavoz de CiU en el Congreso, Carles Campuzano, consideró «previsible» que en 2010 se alcance un acuerdo para renovar las recomendaciones acordadas hace seis años en el Pacto de Toledo, aunque en momentos de crisis haya un grado extra de «dificultad y perversión».
Campuzano apostó por un cambio del sistema de pensiones «más audaz» para adoptar reformas «de fondo» y con urgencia, revisando aspectos como la edad de jubilación, el cómputo de años trabajados o el desarrollo de la previsión social complementaria.
La necesidad de consensuar la reforma hace que las reformas «vayan en la buena dirección pero quizás no tengan la intensidad necesaria para garantizar la sostenibilidad del sistema», apuntó.
Reforma ajustada
La diputada del PSOE María José Sánchez prefirió una reforma de las pensiones «ajustada» para no poner en riesgo la sostenibilidad del sistema o los criterios de universalidad, contributividad y complementariedad.
«La negociación colectiva es la vía estratégica para la expansión de los planes de seguros», aseguró la diputada socialista.
Desde el PNV, Emilio Olabarria criticó que se esté «prostituyendo» la esencia del Pacto de Toledo ya que no se ha conseguido apartar este asunto del debate político diario y dudó de la sostenibilidad del Fondo de Reserva de la Seguridad Social a largo plazo.
El diputado del PP Tomás Burgos señaló, además, que con la reforma de las pensiones no se cuestionan los principios del Pacto de Toledo y echó en falta nuevos datos porque, en su opinión, carecen de rigor aquellas previsiones actuales que dan por garantizado el margen de maniobra de la Seguridad Social para los próximos veinte años.
Entre sus propuestas, Burgos señaló que hay que apoyar el empleo estable, reducir el gasto público y gestionarlo con la «máxima eficacia», así como descargar a la Seguridad Social de todos los gastos que no le corresponden.
Más jubilación y ahorro
En una intervención previa, la presidenta de UNESPA, Pilar González de Frutos, consideró que las pensiones no corren peligro en la actualidad, dada la relación entre activos y pasivos, si bien dijo que esta proporción «no se reproducirá en el futuro», por lo que pidió alargar la edad de jubilación e incrementar el ahorro.
De unas 255 alternativas que se podrían combinar en la futura reforma «integral» del sistema de pensiones, la presidenta de esta patronal citó la integración de los sectores público y privado, la ampliación de los años de cómputo, la financiación de las pensiones vía impuestos, el copago de servicios sociales y los sistemas de cuentas nacionales, de contribución definida y de reequilibrio automático.
«Nada de canibalismos», reclamó González de Frutos, quien solicitó un debate «serio y profundo», así como el consenso de los actores involucrados.
Además, González de Frutos señaló que las pensiones públicas en España no son tan generosas y habría que analizar el nivel de vida que se puede alcanzar con ellas.
Añadió que las pensiones cubren el consumo y deberían moverse en paralelo a la evolución de los precios, al tiempo que mencionó otros factores a tener en cuenta como la productividad del país o la ratio de envejecimiento de la población.