«La situación en Oriente Medio es muy difícil y he dicho en repetidas ocasiones, y lo diré de nuevo, que la seguridad de Israel constituye un interés vital para la seguridad nacional de EEUU y nos aseguraremos de que ellos estén seguros», indicó Obama, no bstante, insistió en que las nuevas construcciones de asentamientos en territorios ocupados «no contribuye a la seguridad de Israel», porque dificulta un acuerdo de paz con los palestinos. «Creo que hace más difícil que puedan firmar la paz con sus vecinos. Creo que amarga a los palestinos de una forma que podría llegar a ser peligrosa», sostuvo el presidente de EEUU.
El martes, la Casa Blanca se mostró «consternada» por el anuncio de la expansión del asentamiento judío de Guiló en Jerusalén, y aseguró que estas actividades por parte de Israel «hacen todavía más difíciles nuestros esfuerzos» por lograr la reanudación de las negociaciones y un acuerdo de paz. El anuncio llegó en un momento en el que EEUU trata de impulsar la reanudación del proceso de paz entre israelíes y palestinos, basada en la creación de un ambiente de confianza y de gestos hacia Israel por parte del mundo árabe.
La secretaria de Estado, Hillary Clinton, dijo en octubre en Jerusalén que Israel había hecho «una oferta de restricción en la política de asentamientos» que «no tiene precedentes en un contexto previo a las negociaciones». Pero después se vio obligada a suavizar su comentario por las críticas que generó entre los países árabes. Por su parte, el diario israelí Yediot Aharonot afirmó ayer que Israel rechazó con esta decisión la petición de EEUU para que diese marcha atrás en la expansión de Guiló, exigencia que fue trasladada por el enviado especial de EEUU para Oriente Medio, George Mitchell, a Israel en su reunión con miembros del Gobierno israelí en Londres. El Departamento de Estado no se ha pronunciado sobre esta información.