En concreto, en enero la tasa se situaba en el 39% y se mantuvo en el entorno del 40% durante marzo, abril y mayo. Sin embargo, a partir de junio el ahorro en este tipo de productos comenzó a aumentar, situándose en el 42% y en septiembre marcó el nivel más alto, un 43%.
De hecho, el dinero que las familias tenían en cuentas a la vista en septiembre (299.209 millones) era casi la misma cifra que en junio (299.290), pero los depósitos alcanzaron en este mes la cifra más baja en lo que va de año, 396.271 millones.
Los expertos aseguran que muchos inversores prefieren mantener sus ahorros en estas cuentas para tenerlo disponible en lugar de renovar sus depósitos, que ahora ofrecen un tipo de interés sensiblemente inferior al de hace unos meses como consecuencia de la caída de los tipos y la menor necesidad de financiación de las entidades.
En concreto, el dinero que las familias tenían en cuentas a la vista se situó por debajo de los 270.000 millones de euros en agosto de 2008 y se mantuvo en este nivel hasta febrero de este año porque las entidades, que necesitaban liquidez, ofrecían importantes remuneraciones en los depósitos.
Sin embargo, a partir de este mes el ahorro en las cuentas comenzó a aumentar y el de los depósitos a descender, tendencia que se ha mantenido hasta ahora apoyada por la decisión del BCE de mantener los tipos de interés en el 1% desde que los situó en este nivel el 7 de mayo.
No obstante, a pesar de este evolución, la remuneración de los depósitos sigue siendo más elevada que la de las cuentas, ya que en septiembre las cuentas tenían un tipo medio del 0,37%, frente al 2,94% que tenían los depósitos.