Tras reunirse con Iglesias y con los consejeros de Economía y de Industria, Alberto Larraz y Arturo Aliaga, respectivamente, Reilly comentó que, actualmente, la compañía está hablando con los distintos gobiernos europeos sobre el posible apoyo financiero a la compañía, entre ellos el español y el de Aragón, y que apreciarán cualquier apoyo que puedan tener.
Además, subrayó que tuvo la ocasión de comprobar en una visita a Figueruelas la profesionalidad de la factoría y que GM está satisfecha de mantener el 100% de Opel tras la mejora de la situación financiera de la empresa en EEUU y contar ahora con recursos para la reestructuración.
Respecto al plan de reestructuración, Larraz indicó que todavía no está «encima de la mesa», aunque tiene «mucho que ver» con el que ya se pactó con Magna, con «algún detalle» diferente y «probablemente para mejorarlo» en cuestiones como el mantenimiento de las dos líneas de producción, que GM «tiene muy claro» sin «necesidad de matices» como los que estableció Magna.
Comentó que el ajuste de personal, que en el acuerdo de Magna se fijó en 900 despidos, se mantiene «más o menos en la misma línea» y que la compañía tendrá que negociar con los sindicatos cómo y en qué plazo se lleva a cabo.
Para Larraz, lo más relevante de la reunión con Reilly es que la planta tiene «recorrido» para medio y largo plazo y que la reestructuración sea lo más asequible posible para los trabajadores y la factoría.
Precisó que GM, en unas dos semanas, terminará el plan de reestructuración, que se presentará a todas las plantas a la vez y que negociarán dos vicepresidentes de la compañía, por separado, con los gobiernos con plantas en Europa (en el caso de España, con el ministerio de Industria y el Ejecutivo aragonés) y con los sindicatos, y que espera que en unos meses, «los menos posibles», todo el trabajo esté acabado.
En unas dos semanas se fijarán las reuniones para retomar la negociación, que en el caso de España lidera el ministro de Industria, Miguel Sebastián, quien se reunió este viernes con Reilly, y los consejeros de Economía y de Industria aragoneses, junto con los sindicatos.
Aval de 200 millones
En cuanto al aval de 200 millones que está dispuesto a aportar el Gobierno de Aragón, Larraz señaló que se está tratando de dejar listo para que en el momento que sea necesario sólo haga falta «ir al notario y firmarlo».
El consejero de Industria, Arturo Aliaga, señaló que una vez más se han puesto de manifiesto las fortalezas de la planta de Figueruelas, con las dos líneas de producción, la tecnología y los tres modelos de vehículos en fabricación y que Reilly pudo comprobar que los trabajadores están muy bien preparados para afrontar la producción del nuevo Meriva.
Para Aliaga ha quedado claro que Figueruelas «va a seguir siendo clave en el diseño de la nueva Opel» y eso da «margen para negociar» los «retoques» al plan planteado por Magna.
Por su parte, Iglesias ha destacado que espera que la negociación que vuelve a iniciarse salga bien y pueda concluirse «muy rápidamente» y ha confiado en que en los próximos años en la planta de Figueruelas, como hasta ahora, se sigan produciendo muchos coches y se puedan vender en todo el mundo.