Naoto Kan, viceprimer ministro nipón, reconocía que Japón está inmerso en «una situación deflacionaria» que podría no ser temporal y que es «crucial» el papel de las autoridades monetarias, en referencia al Banco de Japón (BOJ).
Este viernes el BOJ dejó los tipos de interés en el país en un bajísimo 0,1% -el menor de cualquier país desarrollado-, ante una economía que mejora pero cuyo ritmo de crecimiento estima será moderado hasta bien entrado el año próximo.
«La economía de Japón está mejorando sobre todo debido a las políticas tomadas dentro y fuera (de Japón), aunque sigue siendo débil la recuperación de la demanda doméstica», dijo la entidad emisora, que desde diciembre de 2008 mantiene los tipos en ese nivel cercano al cero.
«El ritmo de mejora de la economía seguramente seguirá siendo moderado hasta la mitad del año fiscal 2010», que comienza en marzo próximo, agregó el BOJ, que recientemente pronosticó tres ejercicios consecutivos de deflación para Japón.
La situación actual de la economía nipona responde a un cóctel complicado: crecimiento sólido entre abril y septiembre, acompañado por caída de los precios los últimos siete meses (contracción del 2,3% del IPC en septiembre) y un desempleo que este año llegó a marcar el 5,7%, el más alto después de la guerra.
En parte el repunte del Producto Interior Bruto (PIB) nipón se debe a los ingentes planes de estímulo aprobados a lo largo y ancho del planeta durante la crisis, que han permitido a Japón revitalizar sus exportaciones, de las que esta economía es muy dependiente.
Crecimiento del PIB
Entre julio y septiembre el PIB japonés creció a un sólido ritmo anual del 4,8 % en términos reales -que excluye la influencia de los precios-, pero retrocedió un 0,3 % en términos nominales, más cerca de lo que viven los ciudadanos.
En el informe divulgado este viernes, la Oficina del Gabinete estima que la primera economía de Asia «está mejorando» pero que tanto la caída de los precios como el alto desempleo son factores de riesgo para la recuperación.
Tras el estallido de la «burbuja» financiera a comienzos de los 1990, la deflación supuso el mayor freno durante años para el crecimiento económico de Japón, pues ralentizó el consumo privado y rebajó los beneficios de las empresas.
OCDE
Ningún país desarrollado conoce tan de cerca la deflación como éste, como recordó este jueves en una rueda de prensa en Tokio el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Ángel Gurría, que pidió al BOJ que no suba los tipos para luchar contra la caída de los precios.
«Somos conscientes del serio riesgo» de la deflación, indicó este viernes Hirohisa Fujii, ministro de Finanzas de Japón, para quien las autoridades monetarias y políticas deben hacer lo posible con el fin de mejorar la economía, pero no pueden hacer todo.
Según el veterano ministro nipón, de 77 años de edad, las políticas fiscales no son suficientes para apuntalar la recuperación pues, aunque el «gasto público tiene un efecto de repunte, cuando se habla de mejorar la economía, citando a (John Maynard) Keynes, debe venir del sector privado».