A esto le siguió la interferencia de otros países (25 por ciento), la influencia de la red terrorista Al Qaeda (18 por ciento) y la llegada de las tropas internacionales (18 por ciento). Esta investigación también indicó que uno de cada cinco afganos fue torturado y uno de cada 10 fue encarcelado al menos una vez desde la invasión de los soviéticos en 1979, añade Oxfam. Según la organización no gubernamental, uno de cada seis afganos considera actualmente la posibilidad de abandonar el país.
La directora ejecutiva de Oxfam, Barbara Stocking, dijo que la población de Afganistán «ha sufrido treinta años de un horror implacable. En ese tiempo, millones han muerto y millones más han huido de sus hogares». «Los que cometieron los más terribles abusos han disfrutado de impunidad en lugar de afrontar la Justicia. La sociedad afgana ha sido devastada», puntualizó Stocking. «Este daño -agregó- no se puede reparar de la noche a la mañana. Llevará tiempo (poder) cicatrizar las heridas económicas, sociales y psicológicas. La comunidad internacional tiene que reconocer esto y entender que Afganistán necesita más que soluciones militares». «Necesita apoyo para la agricultura, mejor infraestructura y escuelas y los servicios sanitarios tienen que mejorar. Los afganos quieren la paz y el fin del conflicto», afirmó. Entre enero y abril de este año, Oxfam entrevistó a 704 afganos de edades comprendidas entre los 12 y los 87 años, en 14 provincias, incluida la de Helmand.