Por ello, indicó, EEUU y sus aliados en el grupo de las seis potencias que negocia con Irán -Reino Unido, Francia, Alemania, China y Rusia, además de Washington- «estamos abordando consecuencias» para Teherán.
«A lo largo de las próximas semanas, presentaremos un conjunto de medidas potenciales» que se aplicarían a menos que Irán dé un vuelco en su actitud, explicó Obama.
Las seis potencias han instado a Irán a aceptar una propuesta por la cual la República Islámica enviaría su uranio enriquecido a bajo nivel a Rusia, donde se refinaría a un grado suficiente para su uso en un reactor médico en Teherán, pero hasta el momento Irán no ha dado una respuesta clara.
Además del iraní, el programa nuclear norcoreano también acaparó una parte importante de las conversaciones celebradas con Lee en la Casa Azul, la sede presidencial en Seúl, tras una colorida ceremonia de bienvenida que Obama describió como «la más elaborada» de todas las que le ha tocado presenciar.
Corea del Norte debe actuar
El líder estadounidense aseguró que Corea del Norte debe dar «pasos serios» para poner fin a su programa nuclear. Si esas medidas son «irreversibles y verificables», EEUU apoyará la integración de Pyongyang en la comunidad internacional, declaró.
En este sentido, reveló que el enviado especial estadounidense, Stephen Bosworth, viajará a Pyongyang el próximo 8 de diciembre para tratar de revivir el proceso de negociación con ese país y persuadir al régimen norcoreano de que reinicie las conversaciones a seis bandas sobre su programa nuclear.
En las conversaciones a seis bandas participan las dos Coreas, China, Japón, Rusia y EEUU.
Por su parte, Lee indicó que EEUU apoya su propuesta para ofrecer a Corea del Norte incentivos políticos y económicos a cambio del desmantelamiento irreversible del programa nuclear de Pyongyang.
No obstante, subrayó que hasta el momento no hay una fecha límite para que Corea del Norte dé una respuesta.
El tratado de libre comercio
Otra de las grandes áreas que se abordaron en las conversaciones entre los dos mandatarios fue el tratado de libre comercio, suscrito en 2007 durante el mandato de George W Bush y cuya aprobación se encuentra aún estancada en los respectivos Parlamentos.
Ambos líderes expresaron su compromiso a sacar adelante el acuerdo. En concreto, Lee expresó su disposición a revisar el capítulo sobre los automóviles, un área que preocupaba a los fabricantes estadounidenses.
El tratado, subrayó el mandatario surcoreano, «beneficiaría no sólo a Corea del Sur, sino también a Estados Unidos».
De salir adelante, representaría para EEUU su mayor acuerdo de intercambio comercial con el exterior desde la firma del Tratado de Libre Comercio en América del Norte (TLCAN) durante el mandato de Bill Clinton.
La aplicación del acuerdo, según los cálculos de los analistas, podría elevar el intercambio comercial entre los dos países de 20.000 millones de dólares anuales a 83.000 millones.
La estrategia en Afganistán
Los dos mandatarios abordaron también la situación en Afganistán, cuando Obama trata de decidir una nueva estrategia para la guerra y si envía más soldados para reforzar a los 68.000 militares estadounidenses que ya se encuentran en el país centroasiático.
Corea del Sur anunció el mes pasado el envío de un contingente de fuerzas de seguridad a Afganistán.
El encuentro de hoy era el tercero de ambos mandatarios, que ya se reunieron en abril en Londres, durante la cumbre del G20, y en junio en Washington, cuando Lee efectuó una visita oficial a Estados Unidos.
Con esta visita, que incluyó también una visita a una base militar estadounidense, Obama pone fin a una gira por Asia, la primera de su mandato, que le ha llevado también a Japón, Singapur y China.