Desde diciembre de 2007 se han destruido en EEUU 7,3 millones de empleos, lo que ha elevado la tasa de paro al 10,2 %, su nivel más alto de los últimos 26 años, aunque la economía nacional ha vuelto a crecer después de atravesar la peor recesión desde la Gran Depresión y en el tercer trimestre del año avanzó un 3,5%.
La mayor parte de los economistas entrevistados considera que la reducción del empleo será tan lenta que al final del próximo año la tasa de desempleo rondará aún el 9,6%, lo que contribuirá a que el gasto de los estadounidenses se mantenga contenido.
Aún así, los expertos prevén crecimientos en sectores como el de la vivienda, gracias a los reducidos tipos de interés, de forma que la construcción de casas nuevas aumentará un 36% el año que viene, la inversión en inmuebles residenciales subirá un 9% y sus precios un 2%.
Con ese crecimiento neto del sector de la vivienda en 2010 -el primero en EEUU desde 2005-, los economistas prevén que el conjunto de la economía avanzará a un ritmo cercano al 3,2 % durante los cuatro trimestre de 2010, después de aumentar el 3 % en los tres últimos meses de este año.
Esos dos últimos porcentajes son cinco décimas porcentuales superiores a los previstos por los economistas en la encuesta realizada por la NABE en octubre.
De sus respuestas también se deduce que el gasto de los estadounidenses tenderá a mantenerse bajo -debido en gran parte a su temor por el elevado índice de desempleo-, de forma que la tasa de ahorro rondará durante el próximo año el 4 %, la más alta desde 1998.
Al mismo tiempo, prevén que el dólar seguirá débil, aunque anticipan un relativo fortalecimiento frente al euro; que la inflación se mantendrá baja, que las empresas aumentarán sus gastos y que la bolsa subirá, de forma que el índice S&P 500 ascenderá un 9,5 % en 2010.