Por ello, el Círculo pidió que «de forma urgente» se acometan reformas estructurales que fortalezcan la capacidad del libre mercado y, en este sentido, la presidencia española constituye «una extraordinaria oportunidad» para establecer políticas «duraderas y de alcance».
Ante esta situación «histórica» también animó a un esfuerzo de acercamiento de Europa a otras regiones del mundo, especialmente Iberoamérica.
Con el fin de configurar un entorno favorable para su actividad empresarial, reivindicó que la UE refuerce su presencia en el escenario político y económico internacional y se presente «con una única voz».
También pidió que se dote al «entramado institucional» de mayor legitimidad, transparencia y credibilidad, y que la sociedad civil adquiera más protagonismo.
El Círculo reclamó además mecanismos que garanticen una regulación «de calidad» de los mercados que asegure las condiciones competitivas adecuadas para crear riqueza y empleo en «un mercado único».
En este sentido, criticó la proliferación de reguladores y normas en España porque ha generado «una maraña regulatoria» que en su opinión ha «asfixiado» las iniciativas empresariales.
En Europa, dicho exceso, unido a la falta de coordinación, ha permitido la existencia de mercados segmentados «aislados de la beneficiosa competencia internacional» y contrarios al ideal europeo de mercado único, añadió.
La organización también pidió que se restauren las condiciones de estabilidad presupuestaria y fiscal para que desaparezcan riesgos e «inseguridades dañinas» para el ahorro y la inversión privada.
Por ello consideró que las condiciones del Pacto de Estabilidad y Crecimiento siguen siendo la referencia válida que Europa debe asegurar «como sistema disciplinador» de las políticas fiscales.
También abogó por articular sistemas educativos que respondan a las exigencias de un mundo «globalizado, competitivo y cambiante» y que se organicen en torno a un modelo de «aprendizaje permanente».
Asimismo, solicitó que se creen las condiciones jurídicas para un modelo de mercado laboral basado en la «flexiseguridad», capaz de dar respuesta a las necesidades de empresas y trabajadores.
Otras de sus reivindicaciones son las de fomentar la innovación, el espíritu emprendedor y la de apostar por la internacionalización de la economía y de las empresas, así como por la movilidad de los trabajadores.
Además, Europa debe poner en marcha políticas coordinadas de inmigración que combinen «la apertura, el control y la integración».
El Círculo concluyó que es necesario un mercado energético interconectado para asegurar el suministro de energía a todas las empresas y ciudadanos a unos precios competitivos, así como en el uso más eficiente de todos los recursos energéticos para reducir la dependencia exterior.