Pese a sus evidentes problemas de movilidad, posó durante unos segundos ante los fotógrafos, pero no hizo declaraciones. El retrato de la «Dama de Hierro» fue descubierto en un acto en el que Brown ejerció de anfitrión y tras el cual el cuadro quedó expuesto de manera permanente en la estancia que hace las veces de lugar de recepción oficial en Downing Street. Entre los invitados estuvieron miembros de sus gobiernos, como Lord Carrington y Michael Forsyth, asesores como Bernard Ingham y Lord Bell y periodistas que la siguieron durante sus años en el Gobierno, como el ex director de «The Sun» Kelvin MacKenzie.
También asistió al acto el líder del Partido Conservador, David Cameron. En septiembre de 2007, cuando Brown llevaba pocos meses como primer ministro, invitó a Thatcher a tomar té y le ofreció la posibilidad de colgar su retrato en Downing Street. El cuadro formará parte de una pequeña galería de «elegidos», ya que sólo otros dos primeros ministros británicos del siglo XX -David Lloyd y Winston Churchill- cuentan con un retrato en las paredes de la residencia oficial del jefe del Gobierno del Reino Unido.
Componente especial
En el caso de Thatcher la inauguración tiene un componente especial, ya que ni Lloyd ni Churchill estaban vivos cuando sus retratos quedaron expuestos permanentemente en Downing Street. El resto de primeros ministros del último siglo tienen únicamente fotografías que están colgadas junto a la escalera principal. El cuadro fue pintado por Richard Stone, que previamente ha retratado a Isabel II de Inglaterra, la reina madre y los ex primeros ministro laboristas Harold Wilson y James Callaghan.