Esta visita de Zapatero, a quien acompaña el ministro de Fomento, José Blanco, sirvió también para apoyar a las empresas españolas involucradas en la alta velocidad y, en concreto, al consorcio hispano-saudí que compite en el concurso del tren que unirá las ciudades saudíes de La Meca y Medina, un proyecto de 6.500 millones de euros. En El Cairo, Zapatero estuvo reunido con Mubarak alrededor de dos horas y media y ambos analizaron los mecanismos de trabajo conjunto durante los próximos meses en favor del proceso de paz.
Egipto, recuerdan desde el Gobierno español, es uno de los interlocutores más influyentes en la región, como mediador para la reconciliación palestina y también entre Israel y Hamás para la liberación de prisioneros. Antes de esta entrevista, presidió junto al primer ministro egipcio, Ahmed Nazif, la I Reunión de Alto Nivel bilateral, en la que también participaron los ministros de Exteriores y de Fomento y los secretarios de Estado de Turismo y de Medio Rural y Agua para impulsar la cooperación económica en sectores como las infraestructuras, los transportes o la energía.
Su última escala en El Cairo fue la sede de la Liga Árabe, donde volvió a lanzar su mensaje de compromiso con la paz. «Hoy, una vez más, tenemos ante nosotros una gran responsabilidad: dar pasos positivos en favor de una nueva etapa en el proceso de paz entre Israel y Palestina para que veamos en un tiempo razonable un Estado palestino, para que veamos el fin de los enfrentamientos, para que veamos un Israel seguro», manifestó Zapatero. El secretario general de la Liga, Amro Musa, agradeció la «equilibrada política» de España, a la que instó a liderar una «diplomacia activa» cuando presida la UE y mostró su respaldo sin fisuras al proyecto de la Alianza de Civilizaciones.
Desde la capital egipcia Zapatero viajó a Yeda, localidad saudí a orillas del Mar Rojo donde cenó con el rey Abdulá de Arabia Saudí, aunque no trascendieron detalles de la reunión. En opinión del Ejecutivo español, poco se puede hacer en el proceso de paz sin contar con Arabia Saudí, que cuenta con una importante influencia en varios de los países clave de la región.
Una carta del Rey
Zapatero aprovechó la ocasión para entregar al rey Abdulá una carta del Rey Juan Carlos I de España en apoyo al consorcio de empresas españolas que aspira a trabajar en el ferrocarril de alta velocidad saudí, un concurso que se resolverá el próximo mes de agosto. Con su viaje Zapatero intentó también impulsar la Unión por el Mediterráneo, proyecto de la UE que agrupa a todos los países de la ribera sur y cuya secretaría general, con sede en Barcelona, se encuentra paralizada por la negativa árabe a sentarse en la misma mesa que Israel.
Fuentes del Ejecutivo español explicaron que se busca una fórmula que permita la puesta en marcha de esta secretaría sin que sea necesario que las partes se encuentren y se mostraron convencidas de que se encontrará una solución, necesaria para celebrar en junio en la capital catalana la segunda Cumbre de la Unión. Zapatero tuvo asimismo tiempo en El Cairo para reunirse con los padres de la pareja valenciana desaparecida en el Mar Rojo tras naufragar la embarcación en la navegaban. Escuchó sus quejas y logró el compromiso egipcio para investigar lo ocurrido y exigir las responsabilidades oportunas.