Estos planteamientos suponen una «vuelta a la carga» sobre las previsiones para Figueruelas del plan inicial de Magna, aseguró Bona, quien este jueves se reunió con la comisión permanente del comité de empresa de la planta zaragozana para explicar los planes de GM.
Según Bona, la propuesta plantea la fabricación íntegra del Corsa tres puertas en Eisenach sin garantizar los porcentajes de producción que se habían acordado con Magna para Figueruelas, según el cual hasta el 2013 la planta española tendría un volumen del 70% y un 30% la de Eisenach y a partir de esa fecha, con la nueva generación del Corsa, serían del 72 y el 28%, respectivamente.
Sin embargo, explicó que se mantienen para Figueruelas las dos líneas de producción y el número de despidos, fijados en 900.
Según Bona, esa propuesta sobre Figueruelas partió del vicepresidente de manufacturas de GM Europa, Reinald Hoben, quien a su juicio cometió esa «torpeza» con la factoría zaragozana pero también sobre otras al descartar despidos en Reino Unido o suprimir 2.500 puestos en Rüsselsheim, en lugar de apoyarse en los preacuerdos que todas las plantas habían alcanzado con Magna.
A la reunión de este miércoles también asistió el nuevo presidente de GM Europa, Nick Reilly, quien aseguró, según Bona, que el plan industrial no estaba cerrado y propuso revisarlo de nuevo e iniciar una nueva ronda de visitas a algunas plantas, entre ellas la de Figueruelas, la semana próxima, que encabezará Hoben.
El presidente del comité de empresa, José Juan Arcéiz, indicó tras la reunión de la comisión permanente que GM actuó con «precipitación» al presentar un plan «incompleto» y todos los sindicatos esperan que plantee un proyecto «en condiciones y firme».
Arcéiz explicó que la propuesta del miércoles supondría que si la fabricación del Corsa tres puertas alcanzara el 40% de la producción de la plataforma, Figueruelas sólo podría producir el 60%, por debajo de lo pactado con Magna.
En este sentido, advirtió de que la mayoría del comité de empresa que llego a un preacuerdo con Magna «no aceptará ningún plan en el que no se incluyan los porcentajes de fabricación».