En el caso de que se considerara como falta muy grave el rechazo de CajaSur a los requerimientos del Banco de España para que se fusione con Unicaja y que finalmente no se fusionaran ambas, a la entidad cordobesa se le puede imponer una multa por importe de hasta el uno por 100 de sus recursos propios o hasta 300.000 euros si aquel porcentaje fuera inferior a esta cifra y además se revocaría la autorización de la entidad, además de una amonestación pública con publicación en el Boletín Oficial del Estado.
Asimismo, podrán imponerse una serie de sanciones a los que ejerzan cargos de administración en la caja, como multa a cada uno de ellos por importe no superior a 150.000 euros; suspensión en el ejercicio del cargo por plazo no superior a tres años; separación del cargo, con inhabilitación para ejercer cargos de administración o dirección en la misma entidad de crédito por un plazo máximo de cinco años; e inhabilitación para ejercer cargos de administración o dirección en cualquier entidad de crédito, con separación, en su caso, del cargo de administración o dirección que ocupe el infractor en una entidad de crédito, por plazo no superior a diez años.
En el caso de que se considerara como una infracción grave, la caja recibiría una multa por importe de hasta el medio por ciento de sus recursos propios, o hasta 150.000 euros si aquel porcentaje fuera inferior a esta cifra y una amonestación pública, mientras que por la comisión de infracciones leves se impondrá a la entidad de crédito, o bien amonestación privada o bien una multa por hasta 60.000 euros.
Dicha norma precisó que el Banco de España en este caso es «competente para la instrucción de los expedientes y la imposición de sanciones por infracciones graves y leves», mientras que la imposición de sanciones por infracciones muy graves corresponderá al ministro de Economía y Hacienda, a propuesta del Banco de España, salvo la de revocación de la autorización, que se impondrá por el Consejo de Ministros.
Por todo esto, el presidente de Unicaja, Braulio Medel, dijo en Córdoba, ciudad que acoge la sede central de CajaSur, que espera poder cerrar hoy un acuerdo de fusión de su entidad con la caja cordobesa, aunque avisó que la «urgencia» que requiere el ultimátum del Banco de España no debe llevar a «equivocar el camino» hacia un proyecto «con seriedad y con solvencia».
El presidente de Unicaja, quien reconoció que durante este pasado fin de semana ha habido contactos entre ambas entidades, puntualizó que, respecto al proceso de fusión, «las cosas hay que verlas con objetividad y con perspectiva, ya que la urgencia de un momento no debe hacer que eso sirva para equivocar el camino», por lo que defendió que «claro que tiene que haber conversaciones, pero malo sería un proceso donde se diera algún paso no adecuado por algún motivo urgencia».
Medel precisó que eso «no quiere decir que no tengamos que llegar al acuerdo que haya que llegar, pero siempre que nos permita abordar un proyecto con seriedad, con solvencia y sin caer en lo que ahora critica todo el mundo», en cuanto a que la actual crisis económica «en gran medida ha venido propiciada, según la denuncia unánime, porque las entidades financieras han corrido aventuras sin fundamento». Eso, según subrayó, no debe ocurrir con el proceso de fusión entre Unicaja y CajaSur, «porque entonces se estaría cayendo en aquello que, con mucha razón, toda la sociedad, prácticamente, está denunciando de las entidades financieras».
En cuanto a si será preciso un Expediente de Regulación de Empleo para que sea viable la futura Unicajasur, Medel aclaró que a esa cuestión debería responder Boston Consulting Group, la consultora que hecho un estudio para el plan de negocio a aplicar por la nueva caja resultante de la fusión. Sin embargo, el presidente de Unicaja sí que aclaró que «el estudio no entra en las medidas a adoptar. Por tanto, cualquier afirmación que se haga, respecto a que el estudio dice que hay que adoptar unas u otras medidas, no se corresponde con la realidad de lo que dice el estudio».
En este sentido, Medel detalló que «el estudio hace una foto de situaciones, de proyecciones, de objetivos, pero no entra en medidas». Tanto es así que, según argumentó, «cuando se quiere llegar a un determinado lugar, lo primero es definir ese objetivo a alcanzar, y luego vendrá la pregunta de cómo se llega, y es que ahora estamos en la primera pregunta, no en la segunda».
Por este motivo, en relación con la propuesta del sindicato mayoritario en CajaSur, Aspromonte, de que la reducción de plantilla en Unicajasur se reparta de forma equilibrada entre las dos cajas que la formarán, Medel argumentó que «se está, de alguna manera, pudiendo confundir el desarrollo temporal del proceso», el cual depende de que «los consejos de administración, como máximos órganos de gobierno de las cajas, después lógicamente de sus asambleas, establezcan lo que es óptimo» para cualquier proyecto.
Ello quiere decir que «no se inicia ningún camino sin tener una hoja de ruta», la cual, en este caso, «es la que hay que trazar, y después vendrá todo lo demás. Por tanto, no confundamos el orden de las cosas porque entonces, seguramente, no lo haremos bien».