Este asesor empresarial recuerda que la caída mundial de los precios de la vivienda ha afectado a España de una manera más pronunciada que a otros países europeos.
Así, apunta que la inversión en construcción ha caído por octavo trimestre consecutivo, al tiempo que el desempleo, que alcanza el 19,3% y «va camino» del 20%, «parece muy difícil que baje, por diversas razones».
Entre ellas, Stelzer destaca que la tasa de paro en España ha estado entre el 16% y el 23% durante muchos años (1984-1998), y no ha bajado del 9% en los últimos 30 años, mientras que «el generoso sistema de beneficios sociales, que durante dos años paga entre el 80% y el 90% del último sueldo, hace que los desempleados no estén dispuestos a aceptar casi ningún trabajo».
«Los empleadores son reticentes a contratar a gente que ha estado contenta de estar dos años sin trabajar, especialmente porque si posteriormente les despide, les tendrá que pagar el equivalente a entre 30 y 45 días de su salario por cada año trabajado», explica.
A ello se suma el fenómeno de la «economía sumergida», que «ofrece ingresos a mucha gente que también recibe beneficios sociales» y que, según los datos recabados por Stelzer, supone entre el 20% y el 25% del Producto Interior Bruto.
Sombría situación fiscal
Otro factor que lastra la salud económica del país es, según Stelzer, la «sombría situación fiscal», ya que la caída de los ingresos se ha juntado con un plan de estímulo de 8.000 millones de euros que elevará el déficit público hasta el 10% del PIB, desde el 3,8% de 2008.
«Esto ha obligado al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a ignorar los consejos de la OCDE de que atrase hasta 2011 la subida de impuestos y a prometer un presupuesto austero en 2010 que incluye un recorte del 4,5% en el gasto del Gobierno y una subida de impuestos equivalente al 1,5% del PIB», explica Stelzer.
En su opinión, «a menos que Zapatero se sobreponga a la oposición que han mostrado los sindicatos que le apoyan respecto a una reforma laboral, los continuos crecimientos de los costes laborales situarán un crecimiento sólido lejos de su alcance».
La OCDE prevé que la economía española se contraiga un 0,3% en 2010, mientras que la de la zona del euro crecerá un 2,5%, algo que, sin embargo, «no ha perjudicado al entusiasmo de los inversores por las compañías españolas».
Según datos de Goldman Sachs recogidos en el artículo, en lo que va de año el beneficio de las acciones españolas del IBEX-35 es mayor que el del FTSE 100, el Stoxx 600 y el S&P 500.
«Ello se debe probablemente al éxito de las compañías españolas en compensar la caída nacional con la expansión internacional», según Stelzer, que cita expresamente a BBVA, Telefónica, Repsol, Inditex (Zara), Iberdrola Renovables y Banco Santander.