El índice ajustado estacionalmente, que mide la evolución de este sector a partir de factores como la producción, los pedidos y el empleo, se situó en 45,3 puntos en noviembre, lo que indica un descenso ya que a partir de 50 puntos es positivo y por debajo, negativo.
De esta forma, el dato de noviembre disminuye frente a los 46,3 puntos de octubre y continúa por debajo de los 50 puntos, situación que persiste desde hace dos años.
Según explica Markit Economics en una nota de prensa, la débil demanda nacional provocó sobre todo la caída de los nuevos pedidos, que fue la más fuerte desde el pasado mayo, al tiempo que los nuevos pedidos para exportaciones también se redujeron.
El exceso de capacidad de las empresas impulsó los procesos de reestructuración de la fuerza laboral, por lo que la tasa de pérdida de empleo fue la más elevada desde junio, indica Markit.
Asimismo, los fabricantes españoles siguieron abaratando sus tarifas ante la debilidad de la demanda y la fuerte competencia, en tanto que el plazo medio de entrega de los proveedores empeoró en noviembre por segundo mes consecutivo.
Según el estudio, el excedente de materias primas se redujo también en noviembre a un ritmo «importante» a pesar de haberse atenuado en octubre.
Para el economista de Markit, Andrew Harker, la posible recuperación observada en el verano «parece que fue tan sólo un alivio temporal» y la estabilización de la demanda parece alejarse de nuevo.
En este sentido, Harker señaló que el sector manufacturero español deberá enfrentarse a un invierno caracterizado por el «descenso de los nuevos pedidos, las reducciones de empleo y los fuertes descuentos de precios».
Por otro lado, en noviembre la producción manufacturera aumentó por cuarto mes consecutivo en la zona del euro, impulsada por los rendimientos de los productores de bienes intermedios y de capital.
El crecimiento de la producción estuvo liderado por Alemania y Francia, aunque en este último país su ritmo de expansión se atenuó ligeramente, mientras que España y Grecia fueron los únicos países en los que la producción y los nuevos pedidos disminuyeron.
Además, los nuevos pedidos para exportaciones crecieron por cuarto mes consecutivo en la zona del euro al mayor ritmo desde enero del 2008 a pesar del fortalecimiento del euro, lo que refleja un aumento del comercio entre los países miembros y las mejores condiciones en el mercado global.
Sin embargo, el nivel de empleo cayó de manera generalizada, especialmente en España y Alemania, y el plazo de espera de los proveedores subió hasta el nivel más alto desde agosto del 2007.
El economista de Markit, Rob Dobson, explicó que la producción y los nuevos pedidos se expandieron a sus ritmos más rápidos desde el tercer trimestre del 2007 y aseguró que, de cara al futuro, la coordinación de la política monetaria será «difícil» si España continúa a la zaga de la zona del euro.