Mientas gran parte de la comunidad internacional amenaza con no reconocer los comicios por celebrarse en un marco de ruptura constitucional que arrancó con el golpe de Estado a Zelaya en junio pasado, los cinco candidatos presidenciales subrayaron hoy la importancia de los comicios como salida de la crisis política.
Las elecciones se desarrollan en un clima de tensión reconocido por votantes y organizaciones de derechos humanos contrarias al Gobierno de facto, aunque invitados para actuar como observadores en las elecciones elogiaron el desarrollo en calma y sin incidentes de la jornada.
Pese a ello, el depuesto presidente Zelaya afirmó hoy que el abstencionismo en las elecciones es del 65 por ciento, según la información que dice haber recibido de diferentes regiones.
«De las fuentes que tengo del interior del país, los informes indican que hay lugares donde el abstencionismo es del 40 y en otros llega al 80 por ciento», dijo telefónicamente Zelaya a Efe desde la Embajada de Brasil en Tegucigalpa.
El presidente de facto, Roberto Micheletti, declaró a la prensa en su ciudad natal, El Progreso, en el norte del país, que «no hay incidentes electorales en ninguna parte».
«Esperamos que los gobiernos del mundo, porque los pueblos están con nosotros, (…) entiendan que nosotros somos hombres y mujeres que queremos vivir en democracia», subrayó Micheletti.
La opinión de los candidatos
El candidato del gobernante Partido Liberal, Elvin Santos, destacó que «la gente está saliendo a votar en forma masiva», lo cual «es un mensaje al mundo de que Honduras está firme y dispuesta a defender su democracia».
Por su parte el aspirante del opositor Partido Nacional, Porfirio Lobo, dijo que las elecciones «se están desarrollando normalmente» y enfatizó que «esta elección marca, sin ninguna duda, el paso para un Gobierno de unidad nacional» posterior a la crisis.
Los sondeos dan como favorito a Lobo cuyo partido -al que pertenecen Micheletti y Zelaya- llegó a las elecciones dividido por el golpe de Estado.
Los candidatos de los tres partidos minoritarios también coincidieron en que las elecciones transcurren con normalidad.
«Son una fiesta cívica electoral hasta el momento, esperamos que sean totalmente pacíficas», expresó el candidato del partido Unificación Democrática (UD, de izquierda), César Ham, quien había dicho que no participaría si no se restituía a Zelaya en el poder.
Sin embargo, el Frente de Resistencia contra el Golpe de Estado y el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH) denunciaron la detención de una treintena de personas en las últimas 24 horas y un muerto el sábado, y dieron por fracasadas las elecciones generales.
«Estamos hablando aproximadamente de 30 personas», dijo la coordinadora del COFADEH, Bertha Oliva, en conferencia de prensa, al referirse a los detenidos, aunque afirmó que no se atrevía a dar un «número exacto» porque no quería «dejar a nadie por fuera».
La Resistencia denunció «allanamientos arbitrarios» en locales y domicilios de activistas favorables a Zelaya, «acciones de intimidación» y «cercos militares contra sedes de sindicatos y barrios que son bastión» en la defensa del presidente depuesto.