«La situación actual habla en contra de una pronta subida de tipos y se descarta que el BCE cambie cautela por agresividad en la estrategia de salida anunciada en noviembre», afirmó el economista de BNP Paribas, Kent Warret, para quien la subida de tasas llegará en la segunda mitad de 2010 o en el 2011.
El tipo rector para las principales operaciones de refinanciación en la eurozona está en el 1 por ciento, nivel que el presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, volvió a calificar recientemente de «apropiado» para impulsar de forma sostenida el crecimiento.
La profunda recesión en la que cayó Europa, la peor desde los años treinta, acabó técnicamente en el tercer trimestre, cuando el Producto Interior Bruto creció el 0,4 por ciento.
Entre tanto, se disipa el miedo a la deflación, pues según los datos de la oficina comunitaria de estadísticas, Eurostat, los precios acumularon hasta noviembre una subida del 0,6 por ciento interanual, tras cinco meses de caídas consecutivas.
Pese a la tímida recuperación de la zona del euro, el crecimiento se mantendrá anémico el año próximo y algunos países como España, Reino Unido y Grecia seguirán en recesión.
El panorama a nivel global sigue lleno de incertidumbre y los problemas de Dubái en el pago de su deuda han puesto de manifiesto la fragilidad de la confianza económica global.
Aún así, economistas y BCE creen que es necesario reconducir los mercados hacia la normalidad y eso pasa, entre otras cosas, por reabsorber liquidez y atajar la dependencia de los bancos de las inyecciones de dinero fácil y barato aplicadas desde la quiebra de Lehman Brothers en septiembre de 2008.
Trichet anunció en noviembre que el Consejo de Gobierno del BCE retirará las medidas de liquidez extraordinarias de una manera gradual y oportuna y asegurará que la liquidez es absorbida para evitar amenazas a la estabilidad de precios a medio y largo plazo.
Momento adecuado para la estrategia de salida
La cuestión que se plantean ahora los analistas y los bancos centrales es precisar el momento y el tempo adecuados de esa estrategia de salida: «Actuar demasiado pronto puede ser tan peligroso como actuar demasiado tarde», afirmó a Efe el analista Jürgen Krüger, de MJ Consulting Network.
En unas declaraciones recientes al Financial Times, el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Ordóñez, subrayó que «si uno quiere ser gradual tiene que anticiparse», es decir, empezar antes para poder avanzar despacio y sin miedo a llegar demasiado tarde.
Actuar antes de que la Reserva Federal estadounidense mueva ficha supondría además un nuevo repunte del euro, lo que dañaría las exportaciones europeas y a las economías exportadoras que, como la alemana, vuelven a ejercer de locomotora de la zona del euro.
No se esperan por tanto decisiones drásticas mañana, pero sí que la autoridad monetaria reduzca, aunque sea tímidamente, la paleta de subastas, ahora de plena adjudicación, o dificulte el acceso a la mismas pasando de tipos fijos a tasas con recargo o variables.
La opinión más generalizada es que la subasta a un año prevista para el día 16 no sólo será la última del BCE a 365 días, sino también la última otorgada a un tipo históricamente bajo y fijo.
En junio y septiembre pasados, el BCE prestó a los bancos 442.000 millones de euros y 75.000 millones de euros, respectivamente. Estas operaciones aseguraron liquidez al sistema hasta mediados de 2010.
El jefe económico para la eurozona de Citigroup, Jürgen Michels, aventuró una estrategia de salida muy cautelosa, pues los mercados financieros no están afianzados y la economía sigue siendo frágil.
Coincidiendo con la sesión de mañana, el BCE dará a conocer sus nuevos pronósticos para el crecimiento y la inflación.