Además, el informe estima que el 3,7 por ciento de la población habría estado excluida a nivel financiero en 2008 de no ser por la presencia de las cajas en las zonas rurales y desfavorecidas.
El informe también añade que de no existir las cajas de ahorros, se resentiría «de forma considerable» la competencia en el sector financiero y la concentración bancaria se triplicaría.
No obstante, indica que en el entorno actual de crisis, se plantean algunas cambios derivados de un posible problema de sobrecapacidad de las cajas, lo que implica cierta reestructuración.