Según han subrayado los representantes de los trabajadores, el «core capital» será superior a la media de los bancos europeos y españoles, que están en torno al 7 por ciento.
El nuevo banco «será viable» y su valor (los activos con los flujos de caja descontados) sería en tres años de 2.000 a 2.500 millones de euros, según han considerado Fernando Botica (CCOO), Carlos Jiménez (UGT), Julio Muñoz (CSICA) y José Manzanero (CSIF).
La morosidad actual de CCM es de unos 6.200 millones de euros, montante que incluye la deuda con dos plazos vencidos (créditos de dudoso cobro) y la deuda subestándar (riesgos futuros de cobro), aunque no han sabido deslindar cuánto corresponde a cada una de ellas.
Sindicatos
Los representantes sindicales en Caja Castilla La Mancha (CCM) que hoy han comparecido ante la prensa para explicar su postura sobre la integración de la entidad en el Grupo Cajastur han dicho sobre la Asamblea que tiene que ratificar el proceso que sienten la presión de que su voto será decisivo.
«De cómo nos posicionemos los sindicatos va a depender la orientación del voto (…) tenemos una posición de enorme trascendencia», ha dicho Fernando Botica (CCOO), que ha estado acompañado por Julio Muñoz (CSICA), Carlos Jiménez (UGT) y José Manzanero (CSIF) en la rueda de prensa en el toledano Palacio de Benacazón.
La Asamblea extraordinaria de CCM se celebrará, según sus cálculos, «en febrero o marzo».
Será necesaria una mayoría de dos tercios para la aprobación, una vez que se obtenga un quórum de mayoría absoluta.
Aunque los sindicatos cuentan con sólo trece de los 149 consejeros generales de la Asamblea, consideran que son decisivos porque tanto partidos políticos (que tienen representación a través de municipios y de las Cortes) como impositores les han manifestado que actuarán en consecuencia con la postura que tomen.
Así, según las explicaciones de los representantes sindicales, aunque su voto sea «débil» en teoría, si que tienen «una posición de fuerza» en la práctica.
Y han recordado que el sentido de su voto dependerá de que a la Asamblea sea llevado por parte del Banco de España un protocolo en el que se asegure el mantenimiento del empleo (excepto prejubilaciones voluntarias) y el futuro encaje en la negociación colectiva de todos los ajustes de plantilla.
«La línea roja es el empleo», ha subrayado Botica, mientras que Manzanero ha preferido no aventurar qué sucedería en caso contrario, ya que sin ese protocolo aprobado, ha meditado, estarían «en una tesitura».
Cajastur o la disolución
Al ser preguntados sobre si tienen alternativa, han recordado que, como dijo el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, la disyuntiva está entre Cajastur o la disolución.
Desde los sindicatos están convencidos de que para la plantilla de CCM el proyecto de Cajastur «es el que menos impacto hubiese tenido», más óptimo que los que «La Caixa o Unicaja» habían propuesto.
«Si el proyecto no fuera viable, nuestra exigencia seguramente mermaría», ha reconocido Botica después de destacar que en la última reunión con el presidente de Cajastur, Manuel Menéndez, obtuvieron una tranquilidad mayor de la que a priori esperaban.
También han dicho que la última reunión con los dos directores generales de CCM (el de la caja, Gorka Barrondo, y el del Grupo, Xabier Alkorta) la tuvieron el 17 de noviembre, a pesar de que les prometieron encuentros semanales para ser informados.