«Cuando la actividad empresarial se deteriora hay menos razones para pedir créditos, pero también para que la banca los conceda» puesto que la disponibilidad a la hora de conceder crédito es menor, debido a que «hay un mayor riesgo y los criterios de concesión son más restrictivos», explicó.
Según detalla la Encuesta sobre Préstamos Bancarios que publica el Banco de España, en el 2008 las entidades financieras españolas endurecieron fuertemente los criterios de concesión de crédito, pero en los últimos trimestres ese grado de contracción «se ha ido haciendo menor y en este momento no habría contracciones adicionales a las ya producidas», dijo.
Así pues, en opinión de este experto, «las restricciones en la concesión de créditos habrían dejado de estrecharse».
Tras explicar que es difícil valorar la restricción que se ha producido en el negocio crediticio «porque no hay mecanismos», Malo de Molina dejó claro que tanto a nivel internacional como español y «a nivel de las empresas» el contexto de disponibilidad de crédito es más restrictivo de lo que era antes de la crisis.