La pena de treinta años se sumará a otra, también de 30 años de prisión, dictada igualmente el pasado año, por herir gravemente a un gendarme en noviembre del 2002.
El veredicto globalmente fue más duro que la petición de la Fiscalía, que había requerido 20 años de cárcel para Fernández Iradi, 18 para Palacios Alday, 15 para Rubenach Roiz, 12 tanto para Almandoz Erviti como para Vallejo Franco y cinco para Aldana.
Los magistrados sentenciaron a 18 años de cárcel a Gorka Palacios Alday (35 años), jefe de los comandos de ETA cuando en diciembre del 2003 se produjeron las dos operaciones policiales, en Mont de Marsan y en las afueras de Pau, que permitieron el arresto de los siete etarras que han sido juzgados desde la semana pasada.
Segundo arresto en Francia
Para «Súsper» se trató del segundo arresto en Francia, ya que había sido capturado justo un año antes también en el suroeste del país, pero entonces logró escaparse, sólo dos días después, de la comisaría de Bayona por un conducto de aireación.
El tribunal, compuesto íntegramente por magistrados profesionales, ha dictado una pena de 15 años para Juan Luis Rubenach Roiz (46 años), presentado por la Fiscalía como el responsable de la logística del aparato militar de la banda.
José Miguel Almandoz Erviti (37) e Íñigo Vallejo Franco (33), que según la acusación se encargaban de la formación de activistas, recibieron 12 años de prisión cada uno.
Para Patxi Abad Urkixo (34), que ocupaba el mismo piso franco de Mont de Marsan en el que vivía «Súsper», los ocho magistrados dictaron 10 años de prisión y, como en el caso de los cinco anteriores, señalaron que tendrá que cumplir de forma efectiva dos tercios de la pena. Además, contra los seis se pronunciará la expulsión definitiva de Francia una vez que terminen sus respectivas condenas.
Garazi Aldana
Un poco diferente es la situación de Garazi Aldana (27), la única mujer que se sentaba en el banquillo, y que además comparecía libre bajo control judicial, sentenciada a cinco años.
Para Aldana, que ya pasó un año de prisión preventiva tras ser arrestada en el mismo piso que «Súsper», de los cinco años de la pena dictada este jueves, tres son exentos de cumplimiento aunque en condiciones de «puesta a prueba».
Eso significa que durante ese tiempo seguirá bajo control judicial, tendrá que continuar tratamiento para sus afecciones médicas, trabajar o realizar cursos de formación, y no podrá entrar en contacto con los otros seis con los que se ha sentado en el banquillo. Contra ella, que tiene la doble nacionalidad española y francesa, no se dictó la prohibición del territorio francés.