«Pocos predicen un camino fácil en Kosovo para el futuro. Los diplomáticos extranjeros, funcionarios gubernamentales y los kosovares están de acuerdo en que llevará años, si no décadas, que Kosovo pueda valerse por sí mismo. Sólo 63 países -alrededor de un tercio de las Naciones Unidas- reconocen formalmente a Kosovo como país independiente. Aunque Kosovo apuesta su futuro a ser miembro de la Unión Europea, cinco miembros del bloque económico -España, Grecia, Eslovaquia, Rumania y Chipre- se han negado a establecer relaciones diplomáticas, temerosos de dar un impulso a sus minoritarios grupos locales secesionistas».