«Es increíble. No he visto una respuesta igual en mis 29 años de carrera», explicó Taylor, responsable de la subasta, que añadió que «tanto jóvenes adolescentes como mujeres de muy avanzada edad» mostraron en las últimas semanas su interés por conocer de cerca el interior del armario del icono hollywoodiense de los años 1960.
La galerista asegura que este tipo de artículos rara vez acaban subastados, y que la última vez que se vendieron dos vestidos de la actriz, estos se vendieron por un millón de dólares.
La estrella de evento es sin duda un vestido de cóctel de encaje negro con chaqueta, de Givenchy, que la actriz llevó en la película «Cómo robar un millón» (1966) -en la que compartió cartelera con Peter O’Toole-, que se espera alcance el precio más alto del evento, entre 25.000 y 35.000 dólares, aunque Taylor asegura que el precio es sólo una aproximación.
Entre los diseños que saldrán a subasta también se encuentra el vestido de novia que las hermanas Fontana elaboraron para que Hepburn contrajera matrimonio con el británico James Hanson, un enlace que, sin embargo, nunca llegó a celebrarse.
Se trata de una auténtica joya de satén en color marfil con cuello barco y manga francesa que reencarna a la perfección el estilo de la actriz, sencillo a la par que distinguido.
Además de este «vestido secreto», que por petición de Hepburn fue a parar a una joven italiana sin recursos, también saldrán a subasta piezas únicas firmadas por modistos de la talla de Valentino, Yves Saint-Laurent y, sobre todo, de su gran amigo Hubert de Givenchy, con quien mantuvo una gran simbiosis durante toda su vida.
De hecho, las manos del diseñador galo dieron a luz, entre otros, al vestido que Hepburn lució en la mítica cinta «Sabrina» (1954) y la actriz se encargó de incluir en sus contratos una cláusula en la que obligaba que su vestuario fuera creado por Givenchy.
La organizadora de la venta, que cuenta con la colaboración de la casa de subastas Sotheby’s, destacó entre todos los diseños de Givenchy por los que se podrá pujar un vestido de seda negra que la carismática actriz se enfundó en «Encuentro en París» (1964).
«Es uno de mis favoritos porque define perfectamente el estilo de Audrey, a quien le encantaba el negro, el estilo imperio y un escote cerrado con el que disimular su clavícula», aseguró Taylor.
Y es que, pese a ser considerada hoy en día uno de los grandes mitos de la moda y la belleza del siglo XX, la estrella también tenía sus manías: «Como todas las mujeres -prosigue Taylor-, ella también se veía algún defecto y odiaba su clavícula porque era muy pronunciada».
Si hay algo que impresiona del fondo de armario de la actriz es la actualidad de los cortes, materiales y estampados de las prendas, que podrían, sin duda, estar expuestos en las boutiques más selectas hoy en día o contemplarse en cualquier estreno cinematográfico 50 años después de su creación.
Además de los 36 vestidos expuestos, creados entre 1953 y finales de la década de los 1960, los interesados podrán adquirir sombreros y cinturones a juego, así como una colección de cartas escritas por la actriz.
«Son prendas muy selectas, muy difíciles de encontrar y creo que la gente que los compre lo hará para admirarlos, exhibirlos y cuidarlos», indicó Taylor.
Para todo aquel que quiera sentir en su propia carne el glamour de Hollywood y convertirse en estrella por un día, cabe mencionar que el precio estimado de las piezas oscila entre 150 y 20.000 libras (entre 166 y 22.199 euros).
Aunque la organizadora recalca que «en estas subastas todo puede pasar y un vestido puede sobrepasar, incluso, las 100.000 libras».
Las prendas proceden en su mayoría de colección privada de Tanja Star-Busmann, amiga de la actriz fallecida, de los Archivos Givenchy y de la fundación que creó la propia actriz a favor de la infancia.
De ahí que la mitad de la suma que se recaude con esta venta esté destinada a dicho organismo, que vela por brindar una buena calidad de vida a niños de todo el mundo.