Respecto a la política monetaria, el economista francés ha dejado claro que «no hay un euro diferente para España y un euro para otros países. Sólo hay una credibilidad del euro, un tipo de interés y un tipo de cambio».
El máximo responsable del BCE respondía así a una pregunta del eurodiputado de Convergencia Democràtica de Catalunya (CDC), Ramón Tremosa, quien había llamado la atención sobre el riesgo de que una subida futura de tipos hunda a España y otros países en la deflación.
Trichet ha recordado a Tremosa que «el euro es una moneda única» y ha comparado el escenario europeo con Estados Unidos.
«Nadie piensa que EEUU esté diseñando su política monetaria simplemente para California, Florida o Wyoming. La política monetaria estadounidense se diseña para el continente, y nosotros para la zona euro, nuestro continente», ha insistido.
El eurodiputado catalán había advertido de que, si el BCE comenzara a subir los tipos de interés, «nos puede llevar a otra ronda de deflación en los países que ya son deflacionistas actualmente».
Los tipos en el nivel adecuado
Tras la decisión del pasado jueves de mantener los tipos de interés en el 1%, Trichet ha vuelto a recalcar que ese nivel es el adecuado. Además, ha asegurado que la decisión de retirar gradualmente las medidas extraordinarias de liquidez no prejuzga ni adelanta ninguna subida inmediata de los tipos.
Sobre el sector financiero, Trichet ha advertido a las entidades de que deben usar adecuadamente los fondos públicos que han recibido, y ha cuestionado el compromiso alcanzado por los gobiernos de la UE sobre el futuro sistema comunitario de supervisión financiera.
Los bancos deben ser conscientes, ha dicho, de que «no habrá una segunda vez», porque los contribuyentes no van a aceptar que vuelva a utilizarse masivamente su dinero para rescatar bancos.
«Todo lo que hemos hecho no ha sido por amor al arte bancario y a los bancos, sino por su papel esencial» en la economía, ha recalcado Trichet, que ha insistido en que las entidades financieras deben concentrarse en resolver sus riesgos y prestar dinero.
Según el análisis del BCE, el crédito con plazos inferiores a cinco años se ha reducido, pero esta contracción obedece en gran medida a la caída de la demanda como consecuencia de la crisis.
Por el contrario, en los préstamos a más de cinco años, sí se asiste a un crecimiento gradual.
Trichet también destacó el papel jugado por las autoridades para evitar el agravamiento de la crisis: «hemos evitado una gran depresión, porque fuimos suficientemente ágiles y valientes, tanto el Banco Central Europeo como los gobiernos».
«No darse cuenta de ello», ha subrayado Trichet, «es un gran error».
Supervisión insuficiente
«Una vez y nunca más», ha afirmado con rotundidad el máximo responsable del banco central de la Eurozona.
Por lo que respecta al sistema de supervisión acordado por los ministros de Finanzas de la Unión Europea, ha comentado que «no es el óptimo».
Ahora bien, «habida cuenta de la susceptibilidad e intereses de los diferentes gobiernos, la presidencia sueca (de la UE) no se ha portado mal». «No es óptimo, no es ideal, pero (el acuerdo) es notable».
Trichet ha recordado que el BCE quería haber quedado vinculado estrechamente a la supervisión de las entidades financieras transfronterizas individuales.
Ha elogiado a este respecto la normas vigentes en España: «es verdad que en España se ha introducido un concepto (de vigilancia) que no era algo generalizado…, que ha demostrado su valía y su gran utilidad en las circunstancias actuales».
No obstante, ha insistido en las limitaciones de la supervisión nacional y en la necesidad de una autoridad central europea.