Subeyr Haji, que trabajaba en Mogadiscio como reportero para Badri Media Productions y como camarógrafo para la emisora de televisión Al Arabia, murió en el atentado, ocurrido durante una ceremonia de graduación universitaria en el Hotel Shamo de la capital somalí.
El otro periodista fallecido en la explosión era Mohamed Amin, de la emisora de radio local independiente Radio Shabelle, una de las más importantes de Somalia, mientras que un tercer periodista, cuya identidad no se ha facilitado hasta ahora, resultó herido de gravedad.
Con la muerte de estos dos periodistas son ya al menos ocho los informadores fallecidos de forma violenta en Somalia este año. Periodistas y trabajadores humanitarios, nacionales y extranjeros, se han convertido en objetivo frecuente de atentados y secuestros en Somalia en los últimos años.
Fuentes gubernamentales han confirmado que los tres ministros muertos eran los de Educación Superior, Ibrahim Hasan Adow; Salud, Qamar Aden Alí, y de Educación, Mohamed Adan Wayel. También fallecieron el decano de la Facultad de Medicina de la Universidad Benadir, Mohamed Adan Shahid, además de nueve alumnos graduados.
Hasta el momento, ninguna organización se ha atribuido el atentado, aunque altos cargos del Gobierno han responsabilizado a grupos integristas islámicos radicales que luchan para derrocar al presidente Sharif Sheikh Ahmed, apoyado por la comunidad internacional y por las tropas de la Misión de la Unión Africana (AMISOM).
Somalia vive en el caos político y sin un Gobierno efectivo desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Siad Barre por «señores de la guerra» y milicias de grupos tribales, que combaten desde entonces entre ellas y con los radicales islámicos por el control del territorio del país.