Para Salgado, en estos momentos en los que las necesidades de financiación de empresas y particulares «se hace sentir con más fuerza que nunca», el ICO se ha convertido en un intermediador imprescindible para tratar de facilitar el crédito.
Al mismo tiempo, valoró la colaboración de las entidades financieras porque reconoció que el ICO «no es propiamente una banca pública en sentido estricto» y como no tiene red de oficinas necesita que todas sus actuaciones estén «soportadas» por estas entidades.
En este sentido, destacó la labor del ICO en 2009, ejercicio que terminará con más de 350.000 operaciones intermediadas por el organismo, según adelantó Salgado.
Eso significa que en total ha puesto en disposición de empresas y particulares más de 14.000 millones de euros, que incluyendo la financiación privada, superó los 18.000 millones.