«Hablaremos más tarde de los prisioneros de Guantánamo que van a venir a España, indicó el propio ministro cuando una periodista preguntó a Fayad si había discutido ya con Moratinos la próxima acogida en España de un ciudadano de esta nacionalidad, confirmada esta misma semana por fuentes diplomáticas a Europa Press.
Moratinos, que se apresuró a responder él la pregunta dirigida a Fayad, recordó que España tiene «experiencia de acoger a palestinos después de la tragedia de la Iglesia de la Natividad en Belén». «Sabemos acoger a nuestros amigos palestinos en nuestro territorio, zanjó.
El lunes pasado fuentes del departamento de Moratinos confirmaron a Europa Press que dos prisioneros de Guantánamo de nacionalidad palestina y yemení llegarán entre finales de mes y principios de febrero a España. No descartaron además que el Gobierno decida en un futuro recibir a más detenidos de este penal si cumpliesen los requisitos que plantea España.
Atentado frustrado en Detroit
Moratinos descartó la semana pasada que hubiera yemeníes entre los prisioneros que va a acoger nuestro país, pero las fuentes consultadas por Europa Press indicaron que el ministro se había confundido al realizar esa afirmación.
Tras el atentado frustrado contra el vuelo 253 de Northwest Delta en Detroit, la Casa Blanca suspendió la repatriación de los 91 prisioneros yemeníes que permanecen en el centro de detención por la preocupación de que Yemen, donde presuntamente se gestó parte de la trama terrorista, se haya convertido en un refugio seguro para los terroristas.
La vinculación de la rama de Al Qaeda en Yemen con el intento de atentado contra el vuelo 253 de Northwest Delta no ha afectado sin embargo a la decisión de España de acoger a un ciudadano yemení.
El número de detenidos que ha aceptado recibir España por el momento se asemejará así al que han acogido otros países europeos, como es el caso de Francia (1), Irlanda y Bélgica (2 cada una) o Italia (3) y Eslovaquia (3). Todos ellos forman parte de un grupo de 50 presos que responden a la categoría ‘cleared for release’, es decir, que sobre ellos no pesan cargos, por lo que deben ser puestos en libertad. El motivo de que se pida a Europa que los reciba es porque no pueden ser devueltos a sus países por razones humanitarias, ya que podrían ser torturados.
Evaluación rigurosa
El Ministerio del Interior ha hecho una evaluación muy rigurosa de los candidatos propuestos por Washington, sobre los que ha realizado una selección, como han hecho también el resto de países europeos que respondieron positivamente a la petición de la Administración Obama de acoger a ciertos prisioneros de Guantánamo.
Aunque sobre los candidatos propuestos por EEUU no pesan cargos, los Servicios de Información españoles han estudiado con detalle sus historiales para determinar si su residencia en España podría causar algún problema de seguridad.
De hecho, de un primer grupo de cinco prisioneros (cuatro tunecinos y un yemení) que presentó Washington, los expertos antiterroristas españoles coincidieron en señalar que los tunecinos resultaban potencialmente peligrosos. Posteriormente, Washington presentó los historiales de otros siete candidatos, tres sirios, dos libios y otros tantos palestinos.
Moratinos ya avanzó en junio pasado que previsiblemente se establecería un «sistema de vigilancia y observación» en torno a los detenidos que finalmente vengan a España para garantizar plenamente la seguridad de la sociedad española.
Así se hizo cuando España acogió en el 2002 a tres activistas palestinos que se habían encerrado junto a otros 120 compañeros durante 38 días en la basílica de la Natividad en Belén.
En aquella ocasión, Moratinos, como enviado especial de la UE para Oriente Próximo, estuvo personalmente involucrado en las negociaciones por las que distintos países europeos, entre ellos España y Bélgica, se repartieron a 13 de estos actividades a los que Israel consideraba terroristas.